lunes, 17 de junio de 2013

Nos caemos del guindo

Cuando yo era joven, allá por la mitad de los años setenta, se publicaba en Madrid una revista que se llamaba "El Viejo Topo".

Era una revista "filosófica", progre, y segun se decía "troskista". Eso quería decir que estaba más a la izquierda que el PC, y que su ideal era la pureza (revolucionaria).

El Viejo Topo dedicó un número especial a lo que por entonces se consideraba la "amenaza informática", que consistía en que los capitalistas y sus gobiernos, controlaría todos los datos de todos los indivíduos del mundo mundial, y ejercerían sobre nosotros un poder en la sombra que impediría culaquier veleidad ajena a las verdades del sistema.

Para mi. como informático de entonces, la idea me parecía posible aunque también me parecía que por mucho que se acoplaran todas las bases de datos del mundo, el resultado no sería mas que el control sobre los datos oficiales, y siempre quedaría por tanto espacios de intimidad y libertad personal.

El tema se debatió en altos cenáculos, e incluso los franceses encargaron a dos importantes intelectuales, Norá y Alain Minc, que preparasen un informe al respecto, informe que se publico con el inevitable título "Informe Norá.Minc", en el que se advertía de todos los males que nos podrían acaecer si no se controlaba el uso de los datos de cada cual y se recomendaba que no se conectasen las bases de datos de los distintos ministerios.

Como la realidad supera la ficción, han bastado treinta años de nada para que la pesadilla utópica de "El Viejo Topo" se hiciese realidad.

Era de cajón que el www terminaría por ser el coto de caza de cualquier servicio secreto, pero hasta ahora suponíamos que solo se dedicarían a investigar cuando hiciese falta.

Pero no, resulta que desde el final de la Guerra Mundial, o sea desde 1945, los gobiernos de los USA, UK, y otros, se dedican a espiar TODO.

Seguramente por eso nunca averiguan NADA.

Pero tiene gracia que hayamos tenido que esperar a que un agente de tercera división de la CIA haya tenido un ataque de sinceridad y nos lo haya contado.

Y ahora resulta que no son solo los de la CIA, sino que como hemos visto en Catalunya (Lliure), aquí, en este mundo espia hasta el ayuntamiento de Colmenarejo de los Montes.

Y digo yo, ¿que es lo que querrán saber?

Bien está que Amazon sepa mis gustos y me haga recomendaciones. O El Corte Ingles pongamos por caso, o la Volvo, o la farmacia de la esquina.

¿Pero la Cia, que carajo quiere de mi?

Si. El Viejo Topo troskista ha resultado que tenía razón.

Y yo escribiendo un blog sin pelos en la lengua.

¿A que termino en Guantánamo?

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