Por fin comienzan a destaparse los planes para "ordenar" el sistema español de pensiones, que funciona (hasta ahora), como un sistema de salario diferido que cuenta con la garantía del estado.
Es decir que una persona va pagando a lo largo de su vida laboral, y luego en función de lo que ha pagado, recibe.
Con dos excepciones: la primera es que si has pagado mucho no vas a cobrar en consecuencia ya que el tope esta fijado en una determinada cantidad. La segunda es la gente que no ha cotizado o que ha cotizado poco y que recibe pensiones "no contributivas".
El amigo Zapatitos, en su sabiduría inconmensurable, elevó todos los años estas últimas a fin de recibir los votos de los indigentes, sin mirar al lugar del que salía el dinero.
Las consecuencias han sido las esperables, y eso unido a la pérdida d contribuyentes, y al hecho de que estos cada vez contribuyan menos, hace que el sistema esté en peligro.
O sea que no hay dinero para pagar a medio plazo.
Así que desde "Bruselas" nos dicen que lo arreglemos, o sea que reduzcamos el monto total.
La cosa tiene perenguendengue, porque los que hemos contribuido tenemos unos derechos supuestamente respaldados por el estado y porque de las pensiones vive una gran parte de los que se han quedado sin otra fuente de ingresos.
Y mientras cae el consumo y siguen cerrando comercios a docenas, aparte las ofertas desesperadas que se ven en las supervivientes.
Dicen los del gobierno que ya viene la solución, pero la verdad es que lo que viene es la pobreza.
Y en la pobreza los viejos son una carga insoportable. (Ver, si teneis estómago, la película japonesa "la balada de Narayama").
Así que el Gobierno lo que tiene que ir preparando es una ley de "punto final" para los mayores y dejarse de historias.
Un buen programa de eutanasia u una buena epidemia son necesarias para cuadrar las cuentas.
Si alguien se cree que es posible un país en el que un tercio de la población sostenga a los otros dos tercios es que es un iluso.
Si no se acaba con los viejos, los jóvenes terminarán por sacar los cuchillos, como ya hacen algunos.
Y si esto resulta inaceptable, entonces empecemos a pensar en como repartir dinero a la gente mas allá del sistema laboral.
Y si hay otra alternativa que salga ya quien sea y la diga y que le den el Premio Nobel.
Yo por si acaso vuelvo a ver la película Soylent Green, "Cuando el destino nos alcance" en versión española.
jueves, 30 de mayo de 2013
Pensiones y eutanasias
Publicado por Antonio Cordón a las 11:07
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario