viernes, 22 de mayo de 2015

¡Que asco!

Esta es la expresión que mejor refleja mis sentimientos ante la campaña electoral que acabamos de vivir. ¡Que asco!

Por si nos quedaba algo por ver, el mitin de Mariano Rajoy en Valencia proclamando a la mas que presuntamente corrupta Rita Barberá como "la mejor" ha llegado a la cima del "Top Ten" de lo indigerible.

Cada cual ha soltado su retahíla de vaciedades y a lo que parece el personal se conforma y les votará.

Yo me pregunto porqué es tan difícil que el personal aplique el sencillo método de análisis que consiste en lo siguiente:

Primer paso: examinar las propuestas del candidato.

Segundo paso: si tales propuestas son razonables, examinar su capacidad para llevarlas a cabo.

Tercer paso: si las propuestas son buenas y la capacidad reconocida, entonces preguntarse por la legitimidad desde la que el candidato hace esas propuestas y su ejemplaridad pública.

Yo me pregunto si alguno de los candidatos a la alcaldía de Madrid superaría este sencillo test.

Empezando por Aguirre que tal vez superase el primer filtro, pero ya en el segundo tendríamos que tener dudas recordando todo lo que pasó bajo su liderazgo y desde luego naufragaría en el tercero.

La Sra. Carmena, no pasaría el primer filtro, como no lo pasaría el Sr. Carmona y sus peroratas feministas.

El candidato de Ciudadanos pasaría el primer filtro pero no el segundo.

Y los demás para que hablar.

Como no parece que el personal se vaya a quedar en casa cabe preguntar en base a que va a elegir cada cual su voto.

Me temo que lo se.

La gente va a elegir su voto en base a un test diferente al mío y que consiste en lo siguiente:

Primer paso: el candidato, ¿es de los míos?

Segundo paso: ....no hay segundo paso.

Por razones históricas en nuestro país nos hemos metido en trincheras ideológicas profundas de las que parece imposible sacarnos.

Da igual las granujadas que cometa un candidato. Al "mío" se lo perdonamos todo y al "otro" no le perdonamos nada.

Es más, como los medios de comunicación también están en la trinchera, es muy posible que los de cada bando no se enteren de las granujadas de los propios y sin embargo estén a la última de las granujadas de los de enfrente.

Los partidos actúan como la mafia siciliana con código de silencio y omertá y silencian todo cuanto les puede perjudicar.

Cuando se habla de regeneración democrática es claro que se trata una vez mas de una burla a la ciudadanía.

Claro que si los ciudadanos son incapaces de distinguir entre fidelidad a unos colores y la complicidad con los desafueros de los que los defienden, entonces toda regeneración es inútil.

Para regenerar el país haría falta un ángel exterminador con su espada flamígera.

Cada vez tengo mas claro que la única forma de vivir en España es la de los tres monos: no ver, no escuchar, no hablar,...a lo que habría que añadir taparse la nariz para que no te llegue el tufo.

España es una Játiva gigante.

¡Que asco!        

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