Hoy es portada de muchos diarios el apretón de manos que se han dado el Príncipe Carlos de Inglaterra y Gerry Adams, el hoy parlamentario por Irlanda del Norte y antaño líder del Sinn Fein, o sea la rama política del Ejército Republicano Irlandés.
Es un gesto simbólico que sigue a múltiples gestos que se han venido produciendo en los últimos años desde que el IRA decidiese retirarse y el Reino Unido iniciase una política de excarcelaciones y apertura autonómica.
Muchos verán en este gesto como un ejemplo a seguir en España-País Vasco, y efectivamente llegará ese día, pero hay que resaltar las diferencias.
Irlanda era un país ocupado por los británicos.
La independencia de Irlanda costó muchas vidas y no creo que pueda olvidarse que los líderes de la revuelta republicana fuesen ahorcados en pleno siglo XX por los británicos.
Tampoco que los protestantes hayan humillado anualmente a los católicos con sus desfiles y sus canciones.
Y tampoco que los católicos hayan respondido con bombas y tiros en la nuca.
Hasta el tio de Carlos, lord Mountbatten, que había sido el último virrey de la India, fue volado por los aires en su yate por los del IRA.
Mucha sangre ha corrido por los dos bandos y hay muchas cosas que perdonar,...por ambas partes.
Aquí la cosa no es exactamente así.
Ni España invadió el País Vasco, ni los vascos han sido tratados como seres inferiores, ni hay ningún conflicto histórico que justifique las acciones de ETA.
El deseo de secesión de una región es perfectamente defendible sin tener que poner bombas debajo de coches o en aparcamientos. (Como demuestra el caso catalán).
Cuando se estudie con desapasionamiento el asunto ETA creo que llegaremos a la conclusión de que los asesinos no tenían en realidad una idea muy clara de porqué mataban o porqué se metían en la organización mas allá de cuestiones de radicalización personal, lazos tribales y la culposa actitud de políticos que antepusieron sus sueños de poder a la necesaria templanza de quien tiene que gestionar el patrimonio de todos.
Los nacionalismos generan monstruos. De muchas clases.
Y los burgueses que los alientan y patrocinan son los auténticos responsables de lo que luego hacen los descerebrados.
A veces dentro de esos descerebrados surge un Gerry Adams.
Aquí aun está por salir.
miércoles, 20 de mayo de 2015
Un apretón de manos en Irlanda
Publicado por Antonio Cordón a las 12:37
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario