Ahora que están comenzando los nuevos ayuntamientos me gustaría enviarles desde aquí mi deseo de que realmente introduzcan los cambios que necesita la ciudadanía en general y no solo aquellos que desearían un orden nuevo que por arte de magia resolviese todos los problemas de la humanidad.
La verdad es que yo creo que va a ser un periodo de muchos líos y que vamos a ver cosas que no nos van a gustar, pero tiempo al tiempo.
Uno de los problemas que se van a detectar en seguida es que muchas de las personas que forman parte de las candidaturas populares no van a resistir el escrutinio al que les van a someter desde diferentes sectores.
El primer caso ha sido el de el presunto concejal de Cultura Zapata, que a las primeras de cambio ha tenido que ser destituido debido a la publicación de sus tweets racistas, soeces o simplemente lamentables.
No es que los tweets sean pronunciamientos pensados y meditados, pero precisamente por eso resultan sorprendentemente reveladores de la personalidad de quien los escribe y en este caso lo que han revelado es que Zapata es una de esas personas que abundan en estos grupos de activistas antisistema, es decir personas que mantienen posiciones cercanas a la paranoia en lo que se refiere al capitalismo, Estados Unidos, las multinacionales, etc.
Hasta que punto personas con esa desviación de pensamiento están en condiciones de gestionar de forma razonable los intereses de los ciudadanos, está por ver.
Imagino que la alcaldesa no compartirá planteamientos tan ingenuos y pueriles, pero entre lo difícil que se lo van a poner los que quieren que todo siga igual y los que quieren que todo sea distinto, me imagino que su vida va a ser tan complicada como la de un padre que tiene que ir a la compra llevando a tres hijos de la mano y al perro.
No la arriendo la ganancia.
Me temo que en el equipo que lleva detrás habrá mas de un Zapata y me temo además que mas de uno tendrá esqueletos en el armario que no van a tardar en salir a pasear porque como digo hay gente poderosa que no va a dejar pasar ni una.
Ya veremos cuanto tiempo puede seguir viajando en el metro y cuanto mas puede mantener el buen gesto cuando los periodistas vayan a su vera hasta cuando intente ir al baño.
Y eso cuando los alcaldes sean personas razonables como Carmena.
En los casos de Colau o Quichi no se las que pueden organizar.
¡Hasta Mas está acojonado!
Si todo esto sirve para que los partidos se den por enterados de que no pueden seguir así lo daremos por bueno como la penitencia que nos merecemos por haber sido tan negligentes y tan permisivos.
El futuro se presenta muy complicado amigos.
Vamos a tener que estar preparados para ver cosas que seguramente preferiríamos no tener que ver.
lunes, 15 de junio de 2015
El ayuntamiento y el futuro
Publicado por Antonio Cordón a las 19:02
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