miércoles, 28 de marzo de 2007

Blyk, una nueva idea de negocio

Leyendo ALT1040 encuentro un nuevo modelo de negocio que puede resultar bastante interesante. ¿A quién no se le ha ocurrido nunca que la telefonía móvil debería tener una tarifa plana, como la telefonía fija? ¿Y quién no ha deseado jamás que esa tarifa plana fuese de 0€?

Pues esto es precisamente lo que propone Blyk. Evidentemente, de alguna manera sacan el beneficio y es a través de la publicidad, el comodín en esta Web 2.0, que ahora se extiende a los móviles. El usuario llama gratis y a cambio recibe publicidad. Un modelo tan arriesgado como atractivo.

El sistema se desplegará primero en Inglaterra, con jóvenes entre 16 y 24 años únicamente. De esa manera crean una especie de comunidad especial y reservada, entre ese segmento de la población que tienen dificultades económicas para pagar el móvil, no quieren depender de sus padres, pero son ávidos consumidores de otros productos. De hecho, empresas como Coca-Cola o Buena Vista ya se han interesado por el modelo.

Veremos en qué acaba todo, aunque a mí me parece un primer paso muy interesante. A lo mejor no funciona como tal, pero la semilla ya ha sido plantada.

1 comentario:

Antonio Cordón dijo...

Bueno, no podía pasar esto sin comentarlo. En este mundo no hay nada gratis. Si no pagas cuotas tienes que pagar publicidad. Yo francamente no me imagino, no me qiero imaginar un mundo regido por la publicidad. Por cierto que un magnifíco autor de ciencia ficción, Frederic Pohl, escribió un par de novelas delirantes y deliciosas sobre ese mundo, en el que no me gustaría vivir.
Pero si que creo en las tarifas planas. Es cambiar el concepto de relación entre el cliente y el operador. Ahora es como un bar. Tanto consumes tanto pagas. Debería ser como un club. Pagas un fee y eso te da derecho a un cierto consumo. Si te pasas pagas la diferencia. Creo que ese será el modelo del futuro, pero hoy por hoy no estamos preparados. La pruega es que estamos todavía en el prepago.
La sociedad de la información tiene que encontrar un equilibrio entre lo que se recibe y lo que se paga. Si no, seguirán apareciendo iniciativas como esta, que no son otra cosa que formas de vivir parasitariamente.