La catástrofe

El domingo pasado el dominical económico de El País incluía un artículo que me llamó la atención.

Tengo que aclarar que de todas las páginas de las ediciones dominicales de El País y el ABC que me compro, no suelen interesarme apenas mas allá de tres o cuatro artículos, y de ellos la mayoría de forma epidérmica, así que el que me interese de verdad algo es crecientemente raro.

Pero este me pareció notable y se lo dije a los que estaban a mi alrededor.

Guardé el suplemento para releerlo y así lo he hecho con mas calma.

Y hoy que tenía una reunión para ver como reanimamos el proyecto del "think tank" ENTER, al llegar me he encontrado con que los otros dos participantes en la reunión estaban hablando del mismo artículo, y de la repercusión que ha tenido en sus círculos de conocidos.

O sea que no era un espejismo mío sino que el artículo en cuestión, que se titula "Balance provisional de la catástrofe" y es obra de Cesar Molina, un economista relacionado con la banca privada y antiguo colaborador de Solbes, ha levantado el interés de los círculos de la "inteligencia" capitalina y ha comenzado a suscitar debates sobre las cuestiones de fondo de nuestra situación, que el autor resume en tres epígrafes: la crisis económico financiera, la crisis político institucional, y finalmente la crisis moral y de valores.

No puedo estar mas de acuerdo con la tesis central del artículo: España va a tardar en salir de la postración en que se encuentra si no se acometen reformas profundas y hasta radicales, y de entre esas reformas la mas inquietante es la que hay que acometer sobre la psique de una población adocenada, estupidizada por una clase política paternalista, y acostumbrada a exigir mas y mas derechos sin comprometerse a aceptar obligaciones.

En el artículo hay para todos. Para los políticos y sus componendas. Para las administraciones públicas corruptas por el tsunami del ladrillo. Para los trabajadores y sindicatos obtusos. Para los banqueros tramposos. Y sobre todo para todos los que quieren que papaestado les arregle la vida y sus sinsabores.

Yo añadiría en todo caso a unos medios de comunicación cómplices de la estupidización de la población a base de complacer sus mas bajos instintos, y unas clases dirigentes que hace tiempo que han olvidado lo que es el servicio a su país para dedicarse al servicio a sus organizaciones y a si mismos.

Lamentablemente, cuando oigo a los mentecatos ilustres en sus discusiones electorales, no escucho nada que tenga que ver con esas cosas.

A lo que se dedican es a comentarse las gilipolleces que se les van ocurriendo a los de enfrente, como si sus imbecilidades nos importasen un carajo.

En fin, leed el artículo que es de lo poco que merece la pena y como se dice ahora, "pasadlo".


Edito (acordon): el susodicho artículo.