lunes, 3 de octubre de 2011

Amazon presenta nuevos productos

Amazon, que empezó siendo una tienda online de libros, se ha convertido en un gigante del e-commerce y camino va de serlo también del ecosistema digital. Así lo demostró una vez más la semana pasada, trayendo al mundo su nueva versión del Kindles y, sobre todo, su visión de la tableta.

En Amazon tuvieron claro desde el principio que la clave no reside en el dispositivo, ni siquiera en el contenido. Es el ecosistema, la mezcla de ambos y todo el entorno que rodea a la experiencia de usuario. Así, crearon el Kindle, un simple y magnífico lector de libros, que no sólo es un lector de pdfs, sino que pone al alcance de tu mano una inmensa librería, desde el sofá de tu casa.

Ojo a la foto. Amazon ya vende más libros digitales que físicos. El negocio es el ecosistema.


Una de las claves de su éxito fue su bajo precio, asequible a casi todo tipo de bolsillos. Siguiendo esta línea, la nueva versión del dispositivo persigue esa austeridad que conduce a una reducción en el número de la etiqueta: fuera teclado, fuera sistema de audio que apenas era usado y algo menos de batería y memoria, que eran demasiado buenas. A cambio, han tratado de mejorar la velocidad de la pantalla, característica que sí que aprecia el lector. Además, han incluido publicidad, después de la buena acogida que ha tenido. Todas estas medidas han permitido bajar aún más el precio a un producto que ya de por sí iba ajustado en márgenes. Si siguen así, para julio de 2012 podría llegar el primer Kindle gratuito. Y la experiencia sigue ahí.


Ahora la tableta. Y es que desde hace tiempo Amazon lleva queriendo expandirse más allá de los libros, para entrar de lleno en el mundo de los proveedores de vídeo y música. Ahí el Kindle se les quedaba corto y por eso la rumorología llevaba tiempo rumiando la aparición de una nueva tableta en el panorama.

Y así ha sido. Amazon no ha decepcionado y presentó su Amazon Fire. Un lector más avanzado que permite acceder a los contenidos digitales de Amazon: libros, revistas, películas, series, música... Todo ello a un precio muy bajo, $200 (comparado con el estándar iPad).


Una vez más, la estrategia pasa por perder dinero en el hardware (se estima que unos $50 por dispositivo), a cambio de asegurarse el mercado para sus contenidos. Así, la competencia para otros fabricantes como Motorola o Samsung, sin ecosistema que subsidie la máquina, se hace muy complicada. Una cosa es beneficiarse de las externalidades del mundo Android (más aplicaciones, más usuarios, más desarrolladores), y otra muy distinta es que los economics de ese mundo reviertan en tus cuentas. Lo más interesante es que la tableta Fire funciona con una versión del Android de Google, pero "amazoneada". De esta manera, Amazon ha cogido la base, pero la ha cambiado lo suficiente como para que no lo parezca, creando un entorno cerrado (habrá que ver cuánto) para acceder a SUS libros y SUS películas. De hecho, mientras no se abran el Amazon Market en cada país, la tableta no llegará allí.

Es curioso cómo se ha criticado duramente a Apple por su sistema cerrado, pero cuando llega otro player que le puede hacer la competencia, lo hace con un modelo similar. De momento, Google mantiene el silencio.

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