jueves, 21 de febrero de 2013

Errores en estrategia de comunicación. Hoy: Sony

Meh...

Esa es la definición más acertada que me he encontrado con respecto a la no-presentación que hizo ayer Sony de la 4ª versión de su PlayStation.

Y es que durante 2 horas sólo se dieron especificaciones técnicas, se reprodujeron vídeos de muestra, se mencionaron nuevas funcionalidades, se mostró el nuevo-viejo mando... y ya. Eso fue todo. Ni rastro de la consola, ni precios, ni disponibilidad (más allá de Navidades 2013), ni, sobre todo, funcionamiento real. Un bluf en toda regla, más aún después de haber anunciado este evento hace ya meses, haciendo incrementar el hype entre los jugones, que ya estaban haciendo hueco debajo de su televisor preparados para lo que se iba a presentar.

Mucho se analizan la presentaciones de Apple e incluso se critica el fanatismo que despiertan entre tanta gente, que parece adorarlas independientemente de su contenido real. Pero es que lo de ayer fue un claro ejemplo de aquello que Apple seguro que no hará en una de sus presentaciones: no presentar nada.

Bajo mi entendimiento, esto ha sido un error de comunicación gordísimo por parte de Sony. Quizá se ha hecho en un ánimo de hacer subir la acción (que no lo ha hecho) o bajo la decisión iluminadora de algún área "estratégica", pero seguro que no ha venido desde marketing de producto. Claramente la PS4 no está aún preparada, no está lista para ser enseñada al público. Entonces, ¿por qué anunciarla con 10 meses de antelación a su salida en tienda? ¿Qué prisa había?

Siendo Nintendo un tercero en discordia que enfoca el problema desde un enfoque distinto, el gran rival de Sony en la guerra de la nueva generación de consolas es sin duda alguna Microsoft. Mi impresión es que Sony ha querido presentar primero su candidatura, en un intento de llenar más medios de comunicación y expectativas de los consumidores. Pero presentar primero es un arma de doble filo...

Si muestras primero y arrasas, presentas un producto al que la competencia no se va a poder acercar con su propuesta, el golpe es tremendo. Tus competidores ahora tienen que anunciar un producto que saben que es peor y que les va a costar vender como innovador o revolucionario después de haber visto tu propuesta. Algo así pasó hace 3 años cuando Microsoft presentó Kinect y al día siguiente Sony presentó Move, dejando claro que le habían comido la tostada.

El problema viene cuando muestras primero y tu producto no encandila, no emociona, no conecta con las expectativas que estaban puestas en la nueva generación. Sí, está bien, pero... Meh... Entonces te encuentras con que has enseñado tus cartas, que no son ganadoras, y tu rival tiene tiempo de rearmarse, planificar el contrataque y montar una presentación que barra a la tuya. Y esto es lo que pasó ayer con Sony, que ahora está a merced de la propuesta que vaya a presentar Microsoft en las próximas semanas o meses.

Esto no quiere decir que la PS4 vaya a ser peor, o mejor, que la nueva XBox. Las funcionalidades que se anunciaron ayer, como la descarga de juegos online o la capa social, parecen interesantes, pero desde luego no revolucionarias. Si algo nos ha enseñado el último lustro en cuestión de producto, es que lo que menos le importa al usuario es el hardware, las áridas especificaciones técnicas. No eran necesarias tantas prisas, no era necesario presentar un producto incompleto, el cual no puedes mostrar en funcionamiento. Una errónea decisión de comunicación, que sin duda no vino del departamento de marketing de producto, donde se estarán tirando de los pelos mientras Steve Ballmer ríe a carcajadas de malo de película.

1 comentario:

Antonio Cordón dijo...

Seguramente las prisas tendrán que ver con la situación interna de la compañía y con tensiones personales en su comité de dirección.

No se si alguna vez nos enteraremos de lo que hubo detrás.

Sony no vive sus mejores momentos.

Lástima.