Como con los grandes ventiladores en marcha la mierda salpica por doquier, las agencias de comunicación están teniendo bastante trabajo.
Me parece bien ya que todo el mundo tiene derecho a defenderse y esto a veces hay que hacerlo en los juzgados y otras en los periódicos.
El caso de Ignacio González, que también podría llamarse el caso de la guerra civil del PP madrileño, ha provocado no solo la victoria parcial de los seguidores de Rajoy sino la puesta en el tapete de extrañas alianzas que ponen de manifiesto que estamos a punto de entrar definitivamente en una nueva etapa de nuestra historia en la que ya nada será como solía ser.
Así, los perpetradores de la estrategia primero utilizaron el diario El Mundo para filtrar los papeles acusatorios. Respondieron los aguirristas con una estrategia de libro que consiste en cambiar el foco de la atención del ya famoso ático a los policías acusadores y tal vez gorrones.
Esta estrategia fue la utilizada en casos como el de Pedro J Ramírez, en el que se trataba de que en lugar de que se hablase de las prácticas heterodoxas del señor Ramírez, se hablase también de los policías que lo habían filtrado, y que el asunto en lugar de ser percibido como una perversión sexual lo fuese como un caso de intromisión fraudulenta de espionaje en la ajetreada vida de Ramírez.
Es una estrategia muy utilizada.
Ahora mismo vemos como la trama de financiación ilegal del PP se transforma en el "caso Bárcenas", o los líos del PSOE andaluz son "ataques contra el PSOE".
Y hoy veo con sorpresa que El País, que hasta ahora estaba en un segundo plano del asunto, pasa a la ofensiva contra los policías acusadores de González publicando la lista de sus aventuras empresariales que simultanean con su actividad policial.
Hasta el mismo Federico Jiménez Losantos, jefe de la facción mediática aguirrista se manifiesta asombrado y confiesa que ellos también iban en esa dirección y se les ha adelantado su archienemigo Cebrian.
¿Por qué coinciden El País y Libertad Digital en la defensa de las tesis "gonzalistas"?
¿Cuál es ahora la pieza a cazar toda vez que González ya ha sido cazado?
¿Si la información sobre el comisario Villarejo proviene de Soraya Sáenz Santamaría es que esta se ha pasado al otro lado?
Leer los periódicos tratando de averiguar o deducir las "fuentes" de sus noticias resulta un ejercicio muy estimulante por las mañanas.
Uno ve las que filtra la CIA o el CNI, las que filtran las ONGs, las que filtran empresas y servicios bancarios, las de los partidos, etc.
Las mejores filtraciones provienen no obstante de los traidores o "desleales" tipo Snowden, que se lían la manta a la cabeza y tiran pa´lante así caigan chuzos de punta.
La traición y el resentimiento son muy poderosos argumentos y si Don Rodrigo y su traición a la hija del Conde Don Julián provocaron la caída de la España visigoda en manos de la morisma, que no puede pasar en los pasillos de la calle Génova.
Lo cierto es que no hay información que no tenga intención y que me temo que poco de lo que se cuenta tiene como objetivo informarnos.
Es una gran paradoja que en la era de la información resulte tan difícil estar bien informado.
martes, 10 de marzo de 2015
Agencias de Comunicación
Publicado por Antonio Cordón a las 13:34
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