Para mí Spotify cambió la forma en que escucho música. Igual que me cambió cuando compré mi primer iPod y empecé a usar el iTunes hace ya 4 años. Con una biblioteca musical inmensa bajo las yemas de mis dedos, mis auriculares están sonando siempre al ritmo de los temas que me acompañan en el trabajo, en el coche o en el metro, rara vez repitiendo melodía. ¿Qué escucho por ahí una canción que me gusta? Rápidamente la busco en Spotify y la añado a mi lista de reproducción.
Para mí el modelo de servicio de Spotify indica el camino que deben de seguir los contenidos. Ya no son productos individuales, que compras de uno en uno o agrupados en CDs, sino que se ofrecen en forma de servicio de entretenimiento o información, a cambio de un precio razonable.
Sin embargo hoy leo que Spotify ha perdido más de 19 millones de dólares en 2009 y no puedo evitar un temblor que me recorre la espalda. ¿Realmente conseguirán las discográficas matar su única esperanza de futuro? ¿Conseguirán perpetuar un modelo de negocio caduco frente a uno innovador?
Se estima que el servicio tiene 10 millones de usuarios, 500.000 de ellos de pago. Eso es un 5%, que no parece suficiente para correr con todos los gastos que genera la compañía. Sin embargo, aún queda esperanza. Estamos ante un modelo de negocio claramente condicionado por el hito de superación de la barrera del número crítico de usuarios. Por cada nuevo consumidor de música, el coste aumenta de manera despreciable, pero si uno de cada 20 paga, al final muchos deberían sumar para cuadrar las cuentas.
Esperemos que así sea y que este se demuestre como un negocio viable. No querría volver a los tiempos de buscar en mp3 las canciones que me gustan. Y mucho menos volver aún más atrás y ni siquiera descubrir nuevos grupos o temas por no tener acceso a ellos.
El negocio es el servicio.
Editado: Corrijo el link a la lista de reproducción del Spotify, ¡que no funcionaba!
Para mí el modelo de servicio de Spotify indica el camino que deben de seguir los contenidos. Ya no son productos individuales, que compras de uno en uno o agrupados en CDs, sino que se ofrecen en forma de servicio de entretenimiento o información, a cambio de un precio razonable.
Sin embargo hoy leo que Spotify ha perdido más de 19 millones de dólares en 2009 y no puedo evitar un temblor que me recorre la espalda. ¿Realmente conseguirán las discográficas matar su única esperanza de futuro? ¿Conseguirán perpetuar un modelo de negocio caduco frente a uno innovador?
Se estima que el servicio tiene 10 millones de usuarios, 500.000 de ellos de pago. Eso es un 5%, que no parece suficiente para correr con todos los gastos que genera la compañía. Sin embargo, aún queda esperanza. Estamos ante un modelo de negocio claramente condicionado por el hito de superación de la barrera del número crítico de usuarios. Por cada nuevo consumidor de música, el coste aumenta de manera despreciable, pero si uno de cada 20 paga, al final muchos deberían sumar para cuadrar las cuentas.
Esperemos que así sea y que este se demuestre como un negocio viable. No querría volver a los tiempos de buscar en mp3 las canciones que me gustan. Y mucho menos volver aún más atrás y ni siquiera descubrir nuevos grupos o temas por no tener acceso a ellos.
El negocio es el servicio.
Editado: Corrijo el link a la lista de reproducción del Spotify, ¡que no funcionaba!