martes, 11 de septiembre de 2007

Utopias y realidades

El mundo de la sociedad de la información se mueve por impulsos de utopía.

No es algo extraordinario.

De hecho la mayor parte de los negocios que tienen que ver con las grandes infraestructuras siempre han tenido un importante fondo de utopía. Sin ello, los navegantes fenicios nunca hubieran traspasado las columnas de Hércules, Colón no hubiese buscado un camino alternativo a las Indias, ni se hubiese construido el ferrocarril a traves del territorio indio en Norte América, ni se hubieran construido los canales de Suez o Panamá.

Utopía, ... y codicia, naturalmente.

En las telecomunicaciones esto es evidente. Que otra cosa era el servicio universal, y que otra cosa es actualmente ese acceso para todos del que se habla.

Estos días ese impulso utópico ha sufrido un revolcón, cuando los ayuntamientos de Chicago y San Francisco han decidido cancelar sus mega proyectos de ciudades wifi.

Dar acceso gratuito a todos los ciudadanos ha resultado una aventura excesiva...e inmanejable.

Y resulta que tampoco ha resultado tan popular.

Una cosa es dar servicio gratuito en determinados lugares, y otra entrar a plantear alternativas a lo grande.

Una cosa es inaugurar a bombo y platillo una iniciativa supuestamente popular, y otra mantener en el día a día una red, con sus inversiones de mantenimiento y sus técnicos.

Una cosa es decir que la publicidad y los patrocinios mantendran los costes, y otra muy diferente es encontrar anunciantes y filantropos.

Una cosa es decir que vas a dar servicio gratuito y otra que ese servicio sea aceptable en términos de calidad.

Como vivimos en un país entrañable y surrealista, estoy seguro que en España también surgirán estas iniciativas, que ya tuvieron su inicio en la entrañable y surrealista Zamora digital, y quien sabe, tal vez aquí si que funcione el experimento.

Como dice le refrán una cosa es predicar y otra dar trigo, y en el mundo de la sociedad de la información a veces se confunden lo uno con lo otro.

En este sentido también me encantan las reflexiones acerca del actual bochinche del futbol televisado, donde comienzan a surgir voces que dicen que el futbol en abierto está muy bién pero que claro, los ingresos por publicidad no sustituyen los del futbol de pago, y los dineros de los clubs están en peligro...

El mundo de la convergencia digital se presta como pocos a la demagogia, y hay que estar continuamente recordando que las cosas valen dinero, y que cuando ese dinero no fluye con transparencia, de algun lado tiene que salir.

La utopia es necesaria. Sin ella nos quedaríamos siempre igual. Pero mejor con proyectos un poco sólidos.

1 comentario:

Álvaro Morejón dijo...

Si es que no se puede empezar la casa por el tejado. Si quieres digitalizar ciudades, has de empezar por una pequeña.
Donde Chicago y San Francisco fracasarón, Moralzarzal triunfó. Y aquí está la prueba:

http://www.moralzarzaldigital.es/