domingo, 25 de octubre de 2009

Cinco millones de e-readers

Como venimos diciendo en entradas recientes, parece que el fenómeno de los e-readers va en serio y todo hace indicar que estas navidades han encontrado el regalo perfecto, digamos en el segmento de los "adoptadores tempranos" con capital disponible.

Los informes indican que hay una acumulación de pedidos en la fábrica que produce casi todas las pantallas, que es una empresa situada en Boston y que se llama E-Ink, que debe estar haciendo su agosto, por lo menos antes que comiencen los chinos y otros asiáticos a hacerlo lo que sucederá en breve.

Se prevé que este año se pondrán en las tiendas nada menos que cinco millones de lectores y que durante el año próximo serán el doble, (y esperamos que mas baratos).

Lo interesante de este éxito de ventas es que tiene lugar en medio de la crisis, y en medio de la caida de la demanda de otros productos electrónicos, lo que tiene asombrados a los expertos y encantados a los fabricantes.

Y eso que los actuales lectores no son nada sofisticados y además tienen pantallas solo en blanco y negro. Dicen los fabricantes que para finales del año que viene veremos los lectores en color y otros adelantos.

La verdad es que yo le veo un uso profesional al asunto ya que los lectores son mas pequeños que los portátiles y pueden almacenar mucha información, por ejemplo la que hace falta para preparar una reunión, pero también veo que es un aparato que tiende a converger con la evolución de esos mismos portátiles hacia agendas y dispositivos extra planos.

Lo que no entiendo mucho es como se piensa prevenir la copia de los e-libros y su diseminación no ya por las redes de la pirateria sino mas a ras de tierra por las redes de amigos familiares y conocidos.

Si los libros (de papel) se prestan, ¿que va a pasar con estos que se pueden copiar hasta el infinito?

2 comentarios:

La_Hierbas dijo...

...profesionalmente hablando sí pueden ser útiles...pero imaginar que los niños de las futuras generaciones, que cuando nacen ya vienen con una consola bajo el brazo y un videojuego en la boca, puedan terminar desterrando el libro de papel de toda la vida es algo que me da mucha pena...prefiero ni pensarlo....no se si estas futuras generaciones van a saber explotar adecuadamente un aparato como éste. ¡¡Seré una nostálgica, pero es lo que pienso!!

Antonio Cordón dijo...

Yo desde luego no pienso dejar mis libros abandonados, pero el aparato tiene sus ventajas evidentes.

Entre otras la de poder acceder a libros que no se pueden encontrar en las librerías, y no tener que seguir el agobiante ritmo de extinción de los libros disponibles.