viernes, 2 de octubre de 2009

Pedófilos en la red

No sé si a alguien más, aparte de mí mismo, le extraña, no sólo la enorme cantidad de pedófilos que hay en España, sino también la energía que pone la policía española (ayer se hablaba de 600 policías dedicados al último caso) en desenterrar estas redes de compartición de material, supongo que gráfico, de carácter pedófilo, que implican a tanta gente.

Cada dos por tres cae una red o un conjunto de redes, y en la explicación el portavoz policial siempre deja caer la expresión peer to peer, como el que no quiere la cosa, relacionando sutilmente la pedofilia con el intercambio de ficheros.

A mí me parece que, al margen de lo que nos pueda parecer el que haya personas a las que les ponga el ver imágenes de "sexo" con bebés, todo este asunto huele raro.

Porque vamos a ver, ¿cómo se entera la policía de que determinadas personas están intercambiando ficheros en un maremagnun de intercambios de datos de miles de millones de ficheros de todas clases?

¿Cómo resulta que siempre los archivos físicos y servidores están en algún lugar de España y no en Honolulu o Baku?

¿Cómo se averigua que esos archivos contienen fotos punibles y no fotos de la primera comunión?

Yo siempre creí que el correo era inviolable, algo que aprendí trabajando en Correos y viniendo como vengo de una familia muy relacionada con esa institución, y me parece que gracias a que el correo es, o era, inviolable, hemos podido llevar a cabo conspiraciones y resistencias, aparte de historias de amor prohibido y tantas cosas.

Pero ahora empieza a parecerme que se esta forjando una especie de policía de la conciencia, que me remite directamente a Orwell, y que se está manifestando como defensa de una nueva religión o doctrina política, la de lo correcto, que se marca desde instancias que francamente yo no se quien ha elegido.

Pero lo grave es que estas acciones contra los réprobos no son cuestionadas por nadie.

Nadie pone en tela de juicio los procedimientos, ni se preocupa por los motivos y razones de los culpables.

Son apestados.

Es en este sentido muy revelador el caso de este juez que tuvo una pelea con su esposa, en la que ambos se agredieron sin mas consecuencias que unos arañazos, y que ahora, tras una solución judicial leve, sólo una multa de 300 euros, queda el dicho juez libre para continuar con su trabajo.

Rápidamente los sacerdotes de la nueva fe han salido a manifestar su contrariedad por esta levedad del juzgador, estimando que el acusado debería haber sido apartado y excluido (como apestado que es).

Una foto de Brooke Shields ha sido retirada de la Tate Gallery por la polícia, ya que está desnuda con diez años, porque se considera que también el arte tiene que ser correcto.

Preparémonos pues para la doble ofensiva: sobre nuestras conciencias, y el disco duro de nuestro ordenador es parte de nuestra conciencia, y sobre lo que podemos o no podemos ver.

Vuelve la inquisición y la policía del pensamiento.

En la persecución del delito es necesario en primer lugar acotar lo que es delito, y en segundo lugar acotar también los medios que se ponen para combatirlo.

Eso es la democracia, y cuando se transgreden determinados límites se está entrando en otro sistema.

1 comentario:

La_Hierbas dijo...

Yo creo que efectivamente, hay una gran hipocresía moral que motiva que se juzgue todo lo que hacemos y lo que dejamos de hacer (véase el caso Clinton-Lewinsky...se que a los norteamericanos les parece muy importante la vida privada de sus mandatarios pero...¿por qué? ¿qué más da lo que haga Clinton tras la puerta cerrada de su despacho??)
Pero el tema de la pornografía es otra historia. Cuando incurres en un delito tan grave a mí me da exactamente igual los motivos de esas personas. Les están destrozando la infancia a los niños...