"De los estúpidos guardame Señor. De mis enemigos ya me guardo yo."
La vieja maldición es mas relevante hoy que otras veces. Porque durante ocho largos años hemos tenido que sufrir las tontunas zapateriles y como diría el castizo no nos ha salvado no dios de las ocurrencias de este pobre hombre, que en circunstancias normales no habría llegado ni a oficial de segunda administrativo en cualquier empresa seria.
Por esas coincidencias de la vida, al abrir el otro día el libro de Friederich Hayek "Camino de Servidumbre", me encontré con un capítulo titulado: ¿Porqué los peores se colocan a la cabeza?
El libro de Hayek habla de las sociedades colectivistas y como la lógica interna de esos sistemas requiere buscar el mayor grupo posible con ideas comunes capaz de ponerse al frente, lo que coloca en ese lugar inevitablemente a los que se encuentran a la cola en materia de inteligencia, dado que son estos los que son mas y su propia estulticia les hace coincidir en casi todo.
El problema es que en las democracias modernas comienza a pasar lo mismo.
Los partidos polícos tienen que captar el voto de la mayoría y esto les lleva a conectar con ese grupo al que se refería Hayek.
Hace cincuenta años la masa sentía respeto por la inteligencia. "Sabía" que había otras personas de superior intelecto y raciocinio y delegaba su voto en ellas. (Hablo de los sistemas democráticos, no de las dictaduras como el franquismo donde se aplica el mismo sistema del que habla Hayek).
Pero hoy las masas estan crecidas.
La televisión está monopolizada por programas que se dedican a alabar el mal gusto y la procacidad. Los héroes son Belén Esteban y Cristiano Ronaldo, que ganan con sus exabruptos y cabriolas mucho mas que cualquier científico o cualquier trabajador honrado.
Y son las masas las que dictan que tipo de gobernantes tenemos, así que la política se ha vuelto el arte de hacerse aceptable por los paletos y los ignorantes.
Y así hace ocho años ahora en el PSOE decidieron que José Luis Rodriguez Zapatero era un personaje que tenía "imagen", o sea encanto para las masas.
Nadie se preguntó si además tendría algo en la cabeza aparte de ideas extraidas de cuatro lecturas apresuradas y una sensiblería de Walt Disney izquierdoso.
Al contrario, le animaron diciéndole, "no te preocupes que eso de la economía te lo aprendes en dos tardes".
Y así bastó que la derecha española cometiese uno de sus numerosos errores, en este caso el de despreciar a la opinión pública con una flagrante mentira, para que cuando nadie se lo esperaba, el amigo Zapatitos se colocase en la Moncloa.
A partir de ahí el desastre.
Desde enfrentarse a Estados Unidos con gestos ostentóreos e innecesarios, hasta gastarse las reservas del estado en arreglar aceras. Desde naturalizar a los emigrantes ilegales y provocar un efecto llamada que ha hecho aumentar al población española en casi un 15%, hasta negar la crisis. Desde hacer una ley para arreglar las desgracias de los españoles, hasta gastar 6000 millones de euros al año en arreglar las desgracias del mundo. Desde dejar que la burbuja inmobiliaria prosiguiese sin control, hasta dinamitar el sistema educativo situandolo al nivel de los mas débiles.
Y así todo.
Los de la derecha podrían haber tratado de derrotarle a los cuatro años, pero en su cerrilismo se pusieron a hacer manifestaciones antiabortistas y asustaron a las clases medias que no quieren vuelvan los curas a dictar lo que podemos o no hacer.
Y entonces vino la crisis de verdad y nos pilló con Zapatitos al frente.
El resultado son cinco millones de parados, (que aunque sean bastantes menos, son muchos), los ladrones de media Europa del Este campando por sus respetos, los gitanos llevándose hasta las tapas de las alcantarillas impunemente, los bancos intentando desesperadamente no ser declarados en quiebra, la Seguridad Social en suspensión de pagos, la educación pública en caos, la fórmula energética inviable, y los prestamistas mosqueados subiendonos los tipos de interés cada día.
Además tenemos kilómetros de AVE para parar un tren, mas autopistas que nadie, aeropuertos abandonados en cada provincia, centros culturales de arquitectos renombrados en cada pueblo, polideportivos por doquier, estatuas, monumentos modernos, puentes aerodinámicos sobre rios secos, y ONGs para salvar el mundo en cada esquina.
También tenemos tres administraciones públicas paralelas y redundantes, coches con chofer para parlamentarios pelagatos, asesores a porrillo, leyes hasta para si nos hurgamos la nariz o si consumimos pimentón de La Jara, y un sistema legislativo feminista y protector de menores criminales.
Pero el pobre Rajoy no se ha atrevido hasta el día de hoy a decir lo que va a hacer para deshacer tanto entuerto ya que las masas podrían volver a votar al PSOE.
A esto hemos llegado.
Y es que donde hay que meter mano de verdad es en los partidos que son los responsables de permitir el paso a personajes como Zapatitos, y también de sostenerle cuando ya se sabía que era un inutil.
Puede que las masas se identifiquen naturalmente con personajes como Belen Esteban o Zapatero, pero alguien tendrá que asumir la responsabilidad de que esas personan no sean cabezas de cartel de los partidos mayoritarios.
Se va Zapatero entre el desprecio general, porque ese es el destino de los payasos que se atreven a colocarse en situaciones de responsabilidad mas allá del día de los carnavales.
La pregunta es: ¿habrán aprendido los responsables de los partidos la lección?
(No hago la pregunta de si habremos aprendido los votantes la lección. Ya se que no).
domingo, 20 de noviembre de 2011
Epitafio por Zapatitos
Publicado por Antonio Cordón a las 18:10
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