viernes, 11 de noviembre de 2011

Los tecnócratas

En las postrimerías del franquismo un ex-ministro de nombre Gonzalo Fernandez de la Mora publicó un libro que sostenía la tésis de que los gobiernos del futuro estarían compuestos por técnicos y no por políticos.

A ese sistema lo denominaba "Tecnocracia", evidentemente en oposición a la democracia, que en su opinión era un régimen desfasado y superado por la necesidad de administrar de forma "técnica" los recursos y las demandas sociales.

Ni que decir tiene que Don Gonzalo, que por otra parte era un tipo impostado y petulante, se llevó toda clase de rechiflas, incluidas las de los franquistas moderados, y solo se vió apoyado por los del "bunker", ó sea los que mas temían el fin de la dictadura.

En resumen, nadie prestó mayor atención al tema que quedó relegado al baul de las tontunas.

Pero hete aquí que con la crisis las viejas ideas de Gonzalo de la Mora han cobrado nuevos brios y en Grecia y en Italia, ante la evidente ruptura de la población con la clase política en su conjunto, están caminando hacia esos gobiernos de técnicos, libres de las ataduras de los compromisos electorales.

El asunto tiene sus raices en la antigua Grecia, (que poco o nada tiene que ver con el país balcánico actual), ya que cuando las ciudades estado de hace tre mil años entraban en crisis, tenían la potestad de nombrar un "tirano", un dictador para entendernos, que armado de poderes absolutos podía tomar las medidas necesarias para salir del atoyadero.

Y ese es a mi parecer el problema, que los gobiernos de técnicos y notables en Grecia e Italia no van a contar con esos poderes absolutos y por tanto no van a tener fácil poner en marcha las medidas necesarias.

Es posible que los ténicos sepan hacer un diagnóstico de la situación, pero ese no es el problema.

El problema es implementar las medidas.

En España, Rajoy tendrá una gran mayoría, pero tendrá enfrente a un PSOE radicalizado y dolido por la derrota, que va a berrear día y noche contra los recortes sociales.

Los nacionalistas berrearán por su parte contra la racionalización de las autonomías.

Y los poderes económicos tradicionales exigirán que las soluciones pasen, (como siempre), por el cemento y el ladrillo.

Las recetas para España no son difíciles de proponer:

1: Simplificación autonómica radical. (Eliminación total o cási de las autonomías artificiales).

2: Incentivación del retorno de emigrantes sin empleo a sus países de origen.

3: Promoción de la actividad industrial.

4: Reforma radical de la Universidad.

5: Fin del estado asistencial gratuito para todos. Co-pago médico, educativo, judicial, etc.

Creo que todo el mundo, incluido Rubalcaba o Llamazares lo saben.

La cuestión es, ¿Hay huevos?

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