miércoles, 2 de noviembre de 2011

Indignación con los telediarios

No hay día en que no me indigne varias veces durante el visionado del telediario. Unas veces por lo que cuentan. Otras, por como lo hacen.

Confieso que veo el de la Cinco, que trata mayormente de sucesos, ya que los demás, comenzando por los de la Uno, son basicamente escaparates para que los políticos y los oenegeros cuelguen sus proclamas.

Ni les voto, ni les escucho.

Volvamos a los sucesos.

Hoy contaban la historia de un crimen cometido en una zona rural de Málaga.

La cuestión que me ha indignado es que lo contaban como una ruptura de la normalidad, y yo no creo que lo fuera, y me explico.

En un pueblo, un "menor", tras alardear de su "valor" delante de otros "menores", atrajo a una "niña" a una caseta de obra donde la violó y después machacó el cráneo con una piedra.

Ya para empezar lo de "menor" y "niña" me rechina.

Vivimos una situación en la que se es menor legalmente para ir a la carcel, pero no para violar y matar.

Desde luego que muchos de estos personajes son aparentemente menores, pero en realidad lo que son es semi-humanos, es decir que están mas cerca de los babuinos que de Einstein.

Un gitano de 14 años es tan "menor" como yo monje agustino, es decir su apariencia es plausiblemente la de un menor, como la mía puede ser plausiblemente la de un monje agustino por la barba, pero es solo una apariencia.

Igualmente en muchas zonas rurales de la España profunda la gente es aparentemente humana, pero en realidad su coeficiente intelectual los acerca mas a los babuinos.

Es dentro de la comprensión de que estamos entre un grupo de semi-babuinos, que se entiende que un macho joven se pavonee ante sus congéneres de querer eliminar a un ser deforme e inadecuado para el grupo, como era la "niña" en cuestión.

Porque la víctima, póbrecita mía, era una jovencita claramente límite, con unos padres igualmente límites, cuya exhibición en los médios da pena, pero pena de que la madre naturaleza de tan pocos bienes naturales a algunas personas.

Y esa "niña" se fué con el babuino dominante atraida por su fuerza sexual, igual que hubiese sucedido hace treinta mil años en las cavernas.

Es decir no estamos ante una ruptura de la normalidad de la clase media ciudadana.

Estamos ante un crimen primitivo cometido desde los mas profundos códigos del clan del oso cavernario: preservar la fortaleza de la especie destruyendo a los mas débiles de entre los miembros de la tribu.

A continuación nos cuentan que los médicos han "salvado" a una niña con espina bífida, una malformación terrible que condena a una muerte tras severas invalideces a quienes nacen con ella.

Me pregunto: ¿Han salvado los médicos a la pobre niña o se han apuntado ellos un éxito que les permite medrar?

Porque la niña en cuestión va a tener una vida muy limitada. (Y que la viva va a costar un dineral a la comunidad y todas sus energías a sus padres, que dicho sea de paso tampoco eran muy espabilaos)

Dado que la espina bífida se detecta en las primeras semanas de gestación, ¿no sería mejor acabar piadosamente con esa vida en ciernes?

¿Merece la pena condenarse al sufrimiento propio y al de los que te rodean?

Y sobre todo, ¿se deben airear estas hazañas médicas? ¿No estamos incentivando el autobombo de los médicos y que jueguen con nuestras vidas?

Y hablando de autobombo.

Después vienen las operaciones "antidroga", que los policías graban en vídeo para ponerse medallas de forma descarada.

Porque esas operaciones que van contra los transportistas de las famosas substancias no entrañan mas peligro que el de caerse por las escaleras o resbalar en el aparcamiento donde aparcan los camiones sospechosos.

¿No debería dedicarse la policia a protegernos de la gente peligrosa, como los "rumanos", y dejar en paz a camioneros en paro y otros desgraciados que son los que utilizan los narcos para distribuir la mercancia?

Y sobre todo: ¿porqué tenemos que ponernos en medio de una persona que quiere comprar una mercancia que tan solo a el o ella perjudica o beneficia, y quien quiere vendersela?

Termina el telediario con un barco que regresa de las costas somalíes. Dice la locutora: ...regresan los cuarenta hombres que componen la tripulación..."

Bajo estas palabras se ve como desembarcan hombres y mujeres, ya que hoy día las tripulaciones son mixtas.

No estoy a favor de que se diga "los marineros y las marineras" cosa que me parece una gilipollez buenista-igualitaria, pero se puede decir "los efectivos", "los oficiales y tropa", etc.

Terminado el telediario estoy agotado.

Me tengo que echar la siesta.

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