Iba yo el otro día en un autobus cuando llegó a mis oidos una conversación de lo mas interesante.
Una pareja de mediana edad comentaba lo sucedido a una amiga de la mujer de él.
Esta señora, debido a sus problemas económicos se había dedicado a la prostitución, o como el señor explicaba a la señora "a los contactos sexuales".
No hablaban con ningún dramatismo de la situación, ni de forma reprobatoria. Simplemente se trataba de una información sin referencias morales, como si hubiese dicho que se había dedicado a la venta de tuperware, o a guardia urbano.
La indignación venía después.
La señora de los contactos había buscado a un amigo para que le preparase una página web donde anunciarse, y como se quejaba el narrador, ahora el tal indivíduo quería que la de los contactos se lo hiciese gratis con él.
Esto lo consideraban ambos contertulios autobusiles algo completamente reprobable.
Eso me llevó a una reflexión mas amplia.
Vivimos en una sociedad en la que consideramos que pagar 10 euros la hora a una señora de la limpieza, o 50 euros por veinte minutos de "contacto", es algo correcto, pero pagar nada por servicios de comunicación o periodismo es correcto.
Y naturalmente lo mismo ocurre con los servicios informáticos, donde las empresas consideran que pagar seiscientos euros al mes a un ingeniero resulta hasta demasiado, o que dar algo mas que una propina a quien te arregla el ordenador es un despilfarro.
Una modista puede cobrar doscientos euros por arreglar una falda, pero si un licenciado o un ingeniero pide mas de mil euros al mes, los empleadores se echan las manos a la cabeza.
La de los contactos pensaba que el de las páginas web lo tenía que hacer por cariño y amistad, porque en su interior pensaba que todo eso de la informática es un camelo sin importancia.
Los del metro pueden hacer huelgas porque tienen estas una consecuencia física, pero si los ingenieros hacen huelga el efecto es puramente virtual.
Los contactos son reales, las webs imaginarias.
Ciertamente si todo lo que tiene que ver con la informática se detuviese el mundo volvería a como era cien años atrás, pero está claro que no somos capaces de "monetizar" esa importancia.
A la hora de la verdad se paga mejor a una planchadora que a un ingeniero de telecomunicaciones.
Y desde luego un "contacto" que una página web.
¡Ni siquiera da la cosa para un trueque!
lunes, 14 de enero de 2013
El coste de los servicios
Publicado por Antonio Cordón a las 20:52
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