domingo, 23 de febrero de 2014

Buen rollito

El Presidente de Coca Cola España, Marcos de Quinto, va de tio guay.

Cuando le hacen entrevistas en la radio siempre sale a colación que tocaba en una banda de joven o que se va de rally y de aventuras varias siempre que sus obligaciones le dejan.

Como Coca Cola es también una empresa guay, todo encaja de maravilla...o encajaba hasta que la empresa que agrupa a las embotelladoras ha tenido que hacer un ERE.

Entonces, de Quinto, a preguntas de los pérfidos reporteros, manifestó que "esa empresa no era su empresa y ese ERE no era su ERE".

¡Que listo y que guay es de Quinto!

Yo no tengo nada que objetar a los ERE. Es más se positivamente que son necesarios en un mundo que va más deprisa que lo que se puede arreglar con retoques pequeños.

La tecnología, los vaivenes del consumo y la competencia, destruyen constantemente toda esperanza de estabilidad en el empleo, y si los directivos quieren que sus empresas sobrevivan tienen que andar en los terrenos de la cirugía mayor y sus consecuencias en los trabajadores. Es lo que hay.

No hay que tener miedo a tomar esas decisiones ni andar pidiendo disculpas como si la tarea de gestionar una empresa fuese un delito y una tarea para malhechores.

Pero en el mundo de lo políticamente correcto y del buenismo, hacer lo que hay que hacer no tiene buena prensa.

Rápidamente los medios, y especialmente las televisiones te colocan a todas las horas las imágenes de los pobres trabajadores afectados por el ERE de turno, que lógicamente están cabreados y asustados, y acusan a sus antiguos empleadores de todos los males del mundo.

Y nadie dice lo contrario. Los gobiernos se ponen de perfil ante las movilizaciones sociales, y las fuerzas vivas de intelectuales y artistas se unen a las procesiones de los desamparados como una  muestra de su humanidad.

Y a esto juegan también empresarios como de Quinto, que quieren ser populares y simpáticos y aparecer como el empresario bueno en oposición al empresario malo que es el que despide y tal y tal.

Y que mejor que hacer empresas con solamente el cogollito del negocio y dejar que la chusma de los obreros estén el "otra empresa" que "no es la suya".

Lástima que la Coca Cola no pueda salir por el grifo del agua, y así nadie tendría que estar en una fábrica embotellándola y poniéndola en cajas para su distribución.

¡Entonces si que sería una empresa guay!

Como las declaraciones del Presidente de Coca Cola España se hicieron en el marco de un "encuentro por el empleo", habrá que pensar que de Quinto piensa que lo de los obreros no es empleo.

O por lo menos que "no es su empleo".

Baja de la nube muchacho y únete a la fila de los empresarios canallas.    

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