Los diputados demostraron ayer, por si hacía falta, que les importa un pimiento la opinión de los ciudadanos y que lo que les define es el pesebre en el que pastan.
Como Mariano había designado horas antes a su procónsul en Andalucía con total independencia de la opinión de los militantes de la zona, los diputados habían escuchado el viejo mensaje guerrista: "el que se mueve no sale en la foto", y allí fueron como dóciles ovejitas al sacrificio balando mansamente según se iban retratando.
Allí las diputadas aplaudían como posesas como si todas fuesen de la Obra, que alguna también lo será. Y allí estaba el otrora progre Gallardón, transmutado ahora en monaguillo de la Conferencia Episcopal, sonriendo como un sacristán al que felicitan por la ornamentación de la iglesia tras la boda.
Si no les da vergüenza es porque no la tienen.
Claro que si no fuese por estas cosillas, ¿de que hablaríamos?
¿Tal vez de la "epidemia" de robos en los autobuses de Madrid?. ¿Tal vez de que ayer los ladrones de cable dejaron a oscuras la Plaza de Manuel Becerra y parte de la calle Alcalá?
¿De la lista de películas ganadoras de los Goya, cuya sola enumeración ya provoca bostezos?
¿Del referéndum canario para detener las prospecciones petrolíferas a 60 km de la costa cuando los marroquíes lo hacen tan solo unos km mas allá?
¿De los que protestan porque no permitimos que cientos de africanos indocumentados y furiosos quieran atravesar la frontera a la fuerza?
¿De los que no respetan los pasos de cebra ni los semáforos?
¿De Urdangarín a quien piden una condena como si fuese el mismísimo Landrú?
¿Del Atleti que se desinfla y del Barcelona que se desliza bajo el paraguas arbitral?
Si yo fuese director de periódico ahora mismo creo que sentiría también la tentación de inventarme las noticias como la del romance entre Obama y Beyoncé, porque desde luego eso aunque sea falso es mucho mas interesante que la constatación de la amarga realidad.
Yo de momento propongo que los diputados además de votación secreta dispongan de votación a distancia, o incluso que la deleguen en el jefe de la bancada correspondiente y se dediquen directamente y de lleno al robo y al pillaje, compitiendo para ello con los carteristas latinos y los robacable gitanos.
A lo mejor así nos divertimos todos un poco más, y comprendemos los entusiasmos de ayer noche en el Congreso.
miércoles, 12 de febrero de 2014
Votación secreta
Publicado por Antonio Cordón a las 11:00
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