miércoles, 22 de octubre de 2014

Polvos y lodos

La imputación a Angel Aceves por haber utilizado dinero negro del PP para comprar acciones de Libertad Digital merece una reflexión sobre el alcance de la ruina moral de nuestro país.

Todo esto se deriva de las tensiones creadas por Aznar y Miguel Angel Rodríguez en la última legislatura de Felipe Gonzalez.

El PP, alarmado por la posibilidad de que González volviese a ganar, inició una dura campaña de desprestigio contra el PSOE basada en la corrupción y en los excesos de la lucha anti-terrorista.

Al frente de esa campaña se colocaron una serie de periodistas amigos del PP, bajo la bandera de la "regeneración".

En frente estaba PRISA entonces en pleno apogeo, que bautizó a los "regeneracionistas" como el "sindicato del crimen". Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez Losantos eran, naturalmente puntas de lanza de la campaña "váyase señor González".

Por aquel entonces estaba en pleno desarrollo en el mundo, (quiero decir más allá de España), un movimiento empresarial llamado Convergencia Digital, que se basaba en la idea de construir grandes consorcios en torno a los antiguos operadores de telecomunicaciones, siguiendo la idea expuesta por Nicholas Negroponte de que todo lo que antes iba por cable iría por las ondas y viceversa.

En España existía la posibilidad de crear uno de esos consorcios en base a la existencia de un gran operador, Telefónica, y un gran grupo de contenidos, Prisa-Canal Plus.

Como la operación no pudo ser completada antes del final del gobierno del PSOE, el PP se dispuso a demolerla nada más llegar al poder.

Aznar puso a su amigo Villalonga en Telefónica, y a Alvarez Cascos como factótum de la operación.

Se inventaron lo de Via Digital para justificar la cancelación del anterior proyecto, y no solo se lo cargaron efectivamente sino que dejaron a Prisa tocada, y con ella la última posibilidad de tener un gran grupo de comunicación de importancia mundial.

Naturalmente había que premiar a los aliados en la tarea de derribar al PSOE y eso se hizo de diversas formas.

Entre ella la concesión de licencias de TV a el Mundo y Libertad Digital a base de tirar del espectro radioeléctrico más allá de lo que era posible como se vería enseguida cuando comenzaron las asignaciones de espectro para la ampliación de las redes móviles a escala europea.

Las televisiones de los miembros del sindicato de crimen fueron languideciendo pero algunas perrillas hicieron mientras tanto.

Y ahora nos enteramos que el PP financió la operación con el dinero negro que entraba en Génova vía concesiones y sobornos varios.

Cuando veo a Montoro decir con la mejor de sus sonrisas que estamos en el camino de la recuperación, me pregunto de que recuperación estará hablando.

Desde luego, no la de la decencia.    

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