jueves, 16 de octubre de 2014

¿Por qué pasan las cosas que pasan?

Otra jornada negra en las bolsas de todo el mundo y ahora no es por el pinchazo de ninguna burbuja. Ahora es porque no se está produciendo el milagro de que la economía se recupere sola.

Me pregunto que tendría que pasar para que eso ocurriese.

Con el crédito accesible, los precios del petróleo bajos y todos los incentivos para crear empleo encima de la mesa, la economía no tira, es decir, que no compramos lo suficiente, no nos endeudamos lo suficiente y no confiamos en un mañana mejor lo suficiente.

Y hay razones para ello.

La primera es la bajada de los salarios y en empeoramiento de las condiciones laborales en todo Occidente.

La segunda, el desfallecimiento del alto crecimiento artificial de los países BRIC.

La tercera, la falta de esperanza en un futuro mejor.

Con menos dinero y menos esperanza es muy difícil invertir en bienes duraderos y/o en aumentar la familia.

Y la cuestión es de mal arreglo porque cada vez se hace mas grande el abismo entre los trabajadores cualificados y los no cualificados.

Los primeros sufre una contínua presión sobre su dedicación y productividad que hace sus vidas muy complicadas. Los segundos tienen que aceptar condiciones laborales miserables.

Todo esto es razón mas que suficiente para que estemos todos cabreados y asustados. Una muy mala fórmula para el desarrollo económico.

Los que nos dirigen manifiestan el mismo desconcierto que nos aflige a todos y mas que tranquilizarnos nos llevan a pensar que no saben a donde se dirigen y a donde nos llevan.

Es el caldo de cultivo perfecto para los demagogos, sean nacionalistas o simplemente populistas. También para los afectos a los fundamentalismos religiosos.

Creo que es una situación que no se veía en Europa desde los años treinta salvando todas las distancia que son afortunadamente muchas. (Por eso todavía no nos hemos lanzado a matarnos por las calles).

Una de las cosas más tristes es la falta de liderazgos en todo el mundo.

Parece que los únicos que saben a donde hay que ir son los Junqueras, Pablitos, y los ayatolahs.

Los demás se ponen de perfil, empezando por Obama.

Y mientras lo único que se nos ocurre es poner los óvulos de las mujeres cualificadas a congelar para que cuando se jubilen tengan los hijos que ahora no les da tiempo a criar.

Pues, por ahí no vamos a ninguna parte. 

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