Resultaba estremecedor escuchar los gritos de ¡Dios es grande! proferidos por los dos sicarios que estaban ametrallando a los dibujantes y escritores de una simple revista satírica, y que luego siguieron matando en la calle a la vista de las cámaras que registran todo cuanto pasa pero no pueden hacer nada para impedirlo.
Occidente es una sociedad abierta porque existe la libertad de expresión y naturalmente nuestros enemigos saben donde golpear.
Si nos dejamos intimidar estamos perdidos.
Todo lo que hemos conseguido gracias a que los griegos se enfrentaron a los persas, estaría perdido para siempre.
No hay nada más fácil que perder las libertades sobre todo cuando esa pérdida está envuelta en la "prudencia" o directamente en el miedo.
Ya nos hemos degradado suficientemente con la paranoia de seguridad que siguió al 11M y no tenemos mas que deslizarnos por esa pendiente para llegar a donde los yihadistas nos quieren, es decir al miedo a nosotros mismos.
Estamos en una guerra que se libra en múltiples escenarios y que para nuestra desgracia ni siquiera podemos saber quienes son "los nuestros". Pero al menos deberíamos saber quienes si que son nuestros enemigos, y en consecuencia actuar.
Es verdad que el fanatismo islámico en Europa se ha visto animado por la situación de marginalidad de las nuevas generaciones de emigrantes, algo a lo que nos vamos a enfrentar muy pronto en España, pero tenemos que tener claro que no vamos a salir adelante si nos esforzamos continuamente por "comprender" a nuestros enemigos.
La libertad permite que los musulmanes en Europa accedan a condiciones de vida a las que no pueden acceder por ley los cristianos en sus países de origen.
Si todo lo que obtenemos en reciprocidad es odio mortal mal vamos.
Y decir que no todos los musulmanes son yihadistas no es mas que esconder la cabeza en la arena como los avestruces.
Muchos no son yihadistas pero otros muchos si lo son.
En Europa nos hemos esforzado por ofrecer multiculturalidad a cambio de nada y eso tiene que cambiar.
Pero lo primero que tenemos que hacer es volver a valorar nuestro sistema de vida.
Si lo seguimos despreciando solo hacemos que dar alas a los que quieren destruirlo.
Porque eso es lo que está en juego: seguir adelante o volver a las eras oscuras.
Conviene recordarlo.
jueves, 8 de enero de 2015
Dios es grande
Publicado por Antonio Cordón a las 11:01
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