2014 ha sido un año pródigo en episodios de un nuevo tipo de guerra que se desarrolla en el ciber- espacio y que comienza a dejar de ser una broma.
El reciente encontronazo entre las administraciones de Estados Unidos y Corea del Norte a costa de una película de humor grueso basada en el líder norcoreano Kin Il Yun y de las amenazas de este contra la Sony y contra los eventuales exhibidores del film, prueban que estamos entrando en un mundo nuevo por varias razones.
La primera es que ahora los ciber-ataques son perpetrados por agentes organizados y patrocinados por gobiernos. El tiempo del hacker solitario ha pasado.
Incluso ha pasado el tiempo de los espias renegados tipo Snowden.
Ahora todo el mundo admite que gobiernos como el norcoreano, el iraní, o el norteamericano tienen ciber-ejércitos actuando permanentemente en materias tanto defensivas como ofensivas.
También en España.
La segunda ilustración del cambio es que los ciber-ataques han pasado de lo meramente digital y virtual a lo físico: ya no se trata de bloquear la red de un banco o un organismo público. Ahora se va a desvelar información o a amenazar a toda una población.
Hasta ahora las únicas amenazas físicas las promovían las ciber-mafias que entraban en cuentas corrientes o de teléfono móvil y o te vaciaban la cuenta o te endosaban una factura.
Ahora te amenazan para que no vayas al cine y por ahí nadie sabe hasta donde podemos seguir.
El mundo se ha interconectado pero no se ha preparado para las consecuencias de esa interconexión.
Si Corea amenaza a EEUU con lanzar un misil, los USA le colocan una flota delante de sus costas, pero si la amenaza es virtual, ¿Qué se puede hacer?
De hecho la ciber-defensa es no solo difícil sino que se vuelva mas inmanejable y cara según tengas mas o menos que guardar.
De hecho en el ciber-espacio, los mas pobres lo tienen mas fácil que los ricos.
A no ser que comiencen a desarrollarse ciber-armas que provoquen daños físicos y no solo virtuales.
Por ejemplo un ciber-misil que destruyese los circuitos de las centrales de comunicaciones de un pequeño país.
Esta claro que la lucha por la "legalidad" en el ciber-espacio ha puesto de manifiesto que perseguir a los malos por los corredores de internet resulta no solo anti-económico sino muy poco efectivo.
Pero, ¿que ocurriría si al que se esta bajando una película le llegase un pulso de energía que le fundiese el ordenador?
En materia de ciber-ataques a gran escala la cosa es mas complicada puesto que los delincuentes trabajan en instalaciones militares y protegidos por el gobierno respectivo.
Pero está claro que en el ciber-planeta de las nuevas guerras digitales estamos a punto de asistir a cambios dramáticos.
Y tiene que ser así porque en 2015 vamos a ver una ciber-escalada de ataques.
Creo que no estaría demás que todos comenzásemos a pensar que en la Jungla Digital no solo hay paisajes bonitos y grandes oportunidades, y en concordancia nos tomásemos la seguridad mucho más en serio.
Porque a pesar de que nos cueste trabajo identificar como físicas las ciber-amenazas, lo cierto es que si comienzan a intimidarnos, robarnos y condicionarnos, todas esas cosas terminarán por saltar a la realidad.
Pronto lo vamos a ver.
miércoles, 7 de enero de 2015
El tiempo de las ciber-guerras
Publicado por Antonio Cordón a las 13:06
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