martes, 13 de enero de 2015

Libertades y seguridades

Ya estamos otra vez con la vieja contradicción entre la libertad que nos promete una legislación construida sobre la idea de que todo el mundo es bueno hasta que se demuestre lo contrario, y la doctrina de la seguridad que se basa en exactamente lo contario, o sea, todo el mundo es sospechoso hasta que se demuestra lo contrario.

Como demostrar que uno no es sospechoso es siempre coyuntural, puesto que se puede ser sospechoso de cosas diversas y en diferentes momentos, la cuestión de la seguridad se ramifica como una estructura fractal y nunca tiene fin.

Los aeropuertos son una muestra de a donde llega la cuestión de la seguridad y todo el follón que se organiza a diario no puede impedir que los terroristas se muevan con bastante facilidad y que en el lugar oportuno aparezcan armas y explosivos con los que cometer sus crímenes.

Por ello la nueva vuelta de tuerca propone que se pueda acceder a las listas de viajeros, de tal forma que se sepa con anticipación quien va a donde y así estar preparados.

Naturalmente eso solo es efectivo si previamente sabemos quienes son los malos, antes de que lo sean propiamente, o sea como en la película "Minority Report".

O sea que de o que se trata en realidad es de etiquetar a determinados sujetos como "potencialmente malos" y tenerlos sujetos a vigilancia constante.

La cuestión es que eso ya se hace con los sujetos mas peligrosos como son los combatientes yihadistas retornados, por lo que cabe suponer que de lo que se trata es de aumentar el círculo de los sospechosos dado que al final casi nunca son los más teóricamente peligrosos los que terminan cometiendo los atentados.

Y ahí está la cosa.

¿Quien va a decidir a quien se coloca en esa lista de personas inocentes-pero-presuntamente-culpables?

Si se empieza a analizar, por motivos de seguridad, a donde vamos cada uno de los ciudadanos, ¿no vamos a dar demasiada información a las administraciones públicas?

Y sobre todo, ¿Dónde termina todo esto?

Estoy seguro que estas nuevas prácticas no van a impedir lo atentados. Nunca lo han hecho.

Así que tras el nuevo atentado que vendrá, ¿Cuál va  a ser la siguiente vuelta de tuerca de la seguridad?

Y sobre todo, ¿Cómo sabemos que estas prácticas van a ser utilizadas solamente para reprimir terroristas y no para cualquier otra cosa?

Me gusta la seguridad como al que mas y me gustaría todavía mas que las fuerzas de seguridad fuesen capaces de tener manos libres para acabar con los yihadistas, los mafiosos y el resto de criminales que nos acecha.

Pero, ¿como impedimos que las herramientas que ponemos en manos del Estado para combatir a los terroristas no nos acaben apuntando a nosotros?         

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