martes, 20 de enero de 2015

Muerte al anochecer

El hallazgo del cadáver del fiscal argentino Alberto Nisman en su domicilio bonaerense da para una novela de misterio y estoy seguro de que alguna se va a escribir sobre este extraño suceso.

Como el propio Nisman había "profetizado" su muerte y había acusado a la actual Presidenta argentina Cristina Kichner de estar detrás de su desaparición, la polémica está servida y solo terminará cuando de verdad se resuelva el caso si es que tal cosa sucede alguna vez.

Detrás de la acusación de Nisman estaría nada mas y nada menos que el apoyo de Kichner a los oscuros manejos de la justicia argentina para tapar la intervención de los servicios secretos iraníes en la matanza de la Sociedad Judia de Buenos Aires en 1994, donde murieron cerca de cien personas.

A estas alturas ya nada puede asombrarnos pero tampoco hay que llegar a conclusiones demasiado rápidas porque no hace muchos años se dio el caso, sobre el que se realizó un estupendo documental, de un abogado hondureño si no recuerdo mal, que dejó una declaración en video acusando al Presidente de la República de su muerte días antes de ser aparentemente asesinado mientras circulaba en bicicleta cerca de su domicilio.

Como no se podía confiar en la justicia del país se encargó a un fiscal español la correspondiente investigación que dio como resultado que el abogado había encargado su asesinato a una banda de sicarios de la propia policía, y que el asunto que le había movido a llevar a cabo ese acto desesperado había sido la muerte de la mujer a la que amaba, y de la que culpaba al Presidente hondureño que había perjudicado gravemente los intereses empresariales del padre de la amada.

Un caso tremendo que no tiene por qué tener nada que ver con la muerte de Nisman, aunque lo suficiente como para ser precavidos.

Y no porque no existan las grandes conspiraciones en las que cualquier individuo que se acerca demasiado a la verdad es liquidado sin contemplaciones, sino porque la vida privada es a veces muy complicada y los vericuetos de la mente humana son todavía incomprensibles.

Por otra parte Argentina es un país lleno de misterios, donde se juntan los nazis y los judíos, los aristócratas polistas y los menesterosos, los que ni son de aquí ni son de allá, los que viven en el trópico y los que habitan zonas polares.

Lástima que no vivan ni Borges ni Bioy Casares, que podrían haber sacado mucho partido a esta historia.  

  

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