Estaba Francisco de Asis (San), con unas gentes paseando por el bosque cuando les salió al encuentro un enorme lobo negro de enormes fauces y ojos enrojecidos.
De inmediato los acompañantes del santo salieron pies en polvorosa, pero este por el contrario se sentó al borde del camino y comenzó a dirigirse al lobo con palabras cariñosas y empáticas: "hermano lobo..."
El lobo sorprendido por el talante franciscano, sentose con el y allí le estuvo escuchando tranquilamente, ante el pasmo de los asustadizos acompañantes que veían como el amor amansa incluso a las fieras mas feroces.
Nuestro presidente de gobierno (des), tal vez animado por el "ethos" franciscano ha bajado hoy a la negociación con los sindicatos sobre la edad de jubilación, a fin de que con su conocido talante se cerrasen las negociaciones de una vez.
Naturalmente los sindicatos no solo no han desistido de sus posiciones sino que han redoblado los ataques, ante la debilidad mostrada por zapatitos.
La anécdota no da mas de si, si exceptuamos la llegada de ZP al Parlamento con la cara desencajada por la poca recepción de los lobos sindicalistas a sus manos tendidas y su sonrisa benéfica.
No da mas de si, pero es sintomática de la carencia de inteligencia del personaje, empeñado una y otra vez en resolver conflictos a base de buena voluntad, como si el mundo fuese una película de Walt Disney en la que el malo solo lo es en apariencia, porque tras la fachada de ferocidad hay un gran corazón.
Nada ha aprendido Zapatero de la explosión de la T4, ni de los sucesivos atentados musulmanes, ni del comportamiento de los mercados.
Nada ha aprendido, seguramente porque su capacidad para comprender la realidad no es demasiado grande, y por tanto seguramente tampoco entiende ahora por qué los sindicalistas han interpretado su aparición en la negociación como una señal de debilidad y se han lanzado hacia su mano tendida, pero no para besarla sino para arrancársela de un mordisco.
Si, amigos, ZP es tan tonto como parece.
miércoles, 26 de enero de 2011
Hermano lobo...
Publicado por Antonio Cordón a las 18:33
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