Internautas canosos

Ayer se presentaron en el Senado de la nación (plurinacional) española, los representantes de las asociaciones españolas de internautas para llevar unos pliegos de firmas contra la ley Sinde.

Me llamó la atención el que estos representantes estuviesen mas bien en el lado generacional de los jubilados o prejubilados, que en el de los nativos de internet.

No tengo nada contra estas asociaciones, aunque me pregunto siempre como se han constituido y sobre todo de que viven.

Como he estado mucho años en asociaciones y he sido tesorero de dos de ellas, este asunto de la financiación siempre me preocupa y me inquieta.

¿Hay algún internauta que pague a estas asociaciones?

¿De donde sacan la representatividad que dicen tener?

En este debate de las descargas pasa lo mismo que en el conjunto de la red de redes, es decir, nadie tiene porque ser quien dice ser: ni los internautas son los internautas, ni los autores son los autores, ni los ministros son ministros.

Es un debate de encapuchados en el que "lobbies", aprovechados y siervos hacen cada uno su papel defendiendo causas que alguien les dicta, desde convicciones manifiestamente mejorables.

Es verdad que en estos últimos tiempos comienzan a manifestarse algunas personas desde el sentido común, y no desde los cuestionarios de preguntas-respuestas preparados por las agencias de comunicación respectivas.

Son aquellos que comienzan a cuestionar el sistema de derechos de autor vigente en la actualidad, los que apuntan en dirección a las operadoras y sus beneficios, los que se oponen a que se creen policías paralelas, y los que en vez de culpabilizar a la humanidad empiezan a hacer un poco de auto-crítica, como el actual presidente de la Academia Española de Cine, y abogan por abrir el dialogo hacia planteamientos mas racionales que el simplista de la piratería y el despojo de los pobres autores.

Hasta un pesadísimo columnista del ABC, (pesadísimo en varios sentidos), José María de Prada, trazaba el pasado domingo un paralelismo entre piratería y bibliotecas públicas, que no por obvio ha sido ignorado oficialmente hasta ahora.

La única que parece no darse cuenta de nada es la propia Sinde, que apoyada por "El País", medio que apoya cansinamente a la SGAE, sigue manteniendo su discurso, mejor dicho el discurso de sus amos las "majors" americanas.

Me preocupa como en España se puede discutir hasta la saciedad si los franceses no nos quieren, (¡vaya noticia!), y no nos dan el balón de oro, pero cuando se trata de hablar de nuestro futuro, y la vida en la red es una parte importante de dicho futuro, los únicos que hablan son encapuchados, (aunque lo sean virtualmente).