jueves, 27 de enero de 2011

Las pensiones

Pues al final Zapatitos se salió con la suya, y a pesar de hacer lo que no se debe en una negociación, que es mostrarse ansioso, y los sindicatos se plegaron a la propuesta de Zapatero, (de Merkel y la UE), y dieron un vuelco bastante grande a la ley que regula las pensiones.

El Partido Popular, a cuyos dirigentes se les ponía la carne de gallina pensando que les podía caer este tema encima de la mesa, ya ha dicho que "seguramente" va a estar de acuerdo, y la CEOE, cuyo nuevo presidente ya vamos viendo ha llegado con la lección aprendida, también.

No deja de ser sorprendente que el acuerdo se firme en vísperas de la visita de la Sra. Merkel, y aun mas el que La Caixa, anuncie el mismo día su conversión en banco.

Sobre todo teniendo en cuenta que el mismo personaje asoma por debajo de ambos acuerdos. (Me refiero al Isidre Fainé, gran valedor de Joan Rosell como presidente de CEOE y gran patrón de La Caixa).

A mi ya me enseñaron Powells y Bergier, autores del famoso libro "La Rebelión de los Brujos", que las casualidades no existen, así que creo que en este caso tampoco las hay.

Los deberes que nos mandaron nuestros prestatarios alemanes se van cumpliendo y ademas nos van a contratar a miles de jóvenes ingenieros y cocineros.

¡Que mas podemos pedir!

Mientras los barones socialistas comienzan a dejar caer que buen candidato a presidente sería Rubalcaba, y a Zapatitos la carita de acelga cocida se le va acentuando como a los monjes en penitencia y ayuno prolongado.

Pero, volvamos a las pensiones.

Como afectado cercano, y aun cuando comprendo la lógica del asunto, que no es otra que la de que hay que rebajar tanto el tiempo de disfrute de la pensión como la cuantía de la misma, lo que se consigue retrasando el comience de dicho disfrute y ampliando el tiempo de cálculo de la cantidad a percibir, el asunto me parece complicado.

Primero porque en este país no se ha jubilado desde hace mas de treinta años a los 65 nadie que no sea funcionario.

Las empresas han pre-jubilado a partir de los 52 años, y ese procedimiento ha sido la base de todos los acuerdos sindicales en cualquier proceso de crisis o ajuste.

En un país cuya economía es tan débil este ha sido el mecanismo que ha permitido la ilusión de acercarnos al casi pleno empleo.

Ahora, con un desempleo juvenil del ¡48%!, ampliar la edad de los que tienen empleo condena a toda una generación al paro de por vida.

Algo que me parece difícil aunque nos ayuden los alemanes.

La segunda razón es que las empresas no quieren a la gente mayor. Son menos dúctiles, mas problemáticos y ganan mas.

Así que seguirán con sus políticas de enviar a los mayores a casa lo antes posible.

¿Como van a seguir cotizando estas personas que sean despedidas a los 58 o 60 hasta los 67?

¿En que se van a quedar las pensiones cuando finalmente se perciban?

¡Vaya mundo que dejamos a nuestros hijos!

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