domingo, 9 de enero de 2011

Mas nubarrones

Sigue este año nuevo produciendo preocupaciones.

Ahora es la subida de los precios de las materias primas, entre ellas los alimentos, que algunos adjudican a los especuladores, y otros sencillamente a que tras dos años de caída, la producción industrial mundial ha vuelto a repuntar, y nos sitúa en el mismo lugar en que estábamos antes del pufo de la banca, es decir en el final del modelo del crecimiento sin límites.

Ese es el problema de nuestro tiempo, y todos los demás, por importantes que sean, quedan supeditados a este: somos siete mil millones de personas y el ascenso de mas de dos mil millones a nuevos y mayores niveles de consumo es sencillamente insoportable por los recursos del planeta.

Ya hemos empezado a notar en nuestro bolsillo la subida de la gasolina, que este año se va a poner estupenda. Nos han subido la electricidad, y ahora van los alimentos.

Como los salarios no van a subir, la ecuación es sencilla y su solución mas aún: somos mas pobres y lo vamos a ser todavía mas.

No es mala cosa empezar reconociendo que la cosa es así, pero otro bajón del consumo, (necesario a escala de conservación de los recursos), será otro palo al sistema económico.

Vivir con menos puede ser muy ecológico, pero ¿como demonios vamos a emplear a la gente?

Mientras me ha interesado mucho el caso del espionaje en Renault.

¿Desde que plataforma ética o moral se condena a unos empleados traidores que han vendido los secretos del motor eléctrico a los chinos?

¿No es el dinero el bien máximo del mercado?

Pues bien, ellos se han vendido al mejor postor. (Eso es lo que dicen las leyes del mercado).

¿No dicen las empresas que ya no pueden garantizar el empleo de por vida?

Pues bien, la gente tendrá que espabilar para asegurársela. (Eso es lo que dice la ley mas antigua que es la de la supervivencia).

Cuando se deja que el mundo lo rijan los valores absolutos del dinero y del beneficio se llega a donde hemos llegado: a la selva.

Mientras, en Bilbao se manifiestan varios miles de personas a favor de una banda de asesinos y ladrones, de una mafia vamos.

Y es que cuando se abdica de todos los valores superiores, no solo prevalecen los valores de la ley de la selva, es que volvemos a la tribu como única referencia.

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