miércoles, 25 de mayo de 2011

El eG-8 y las dificultades de arreglar los problemas

Andan reunidos en París los líderes de los ocho países mas poderosos del mundo, lo que se conoce como G8, y en esta ocasión y a instancias del Gobierno francés se ha producido una mini cumbre paralela, llamada eG-8, para tratar las cuestiones relacionadas con Internet y su impacto en la economía y la sociedad planetaria.

Como ya comenté en un post anterior, esta mini cumbre ha sido muy bien recibida por la industria, que llevaba años tratando de ligar salida de la crisis y tecnologías de la información.

Pero, ¿es esperable algún resultado de las conversaciones en curso?

Veamos en primer lugar cuales son los problemas.

El primero es la cuestión de la legalidad de los intercambios de contenidos, y en general el problema de las descargas.

El segundo es el de la factura de renovar las redes existentes para llevarlas a la banda ancha, (de verdad).

El tercero es como embridar las fuerzas de Internet para que se conviertan en una herramienta eficaz, (y controlable), al servicio de la productividad empresarial y el empleo, y como evitar los efectos "shumpeterianos" que sacuden sectores enteros de la industria cuando les ataca el virus de la digitalización.

Como Francia es el país anfitrión, y allí la cuestión cultural está en primer plano, el asunto de las descargas ocupa un lugar de la máxima relevancia. (En Francia están convencidos de que son el país en el que mas se descarga del mundo, ¿os suena?).

¿Se puede esperar alguna idea salvadora en esta cuestión?

Como ha dicho uno de los asistentes al ministro francés de la cosa, "no legislen Vds. antes de saber si la tecnología ofrece soluciones a los problemas que pueda crear", lo que es justamente lo contrario de lo que están haciendo los gobiernos.

Dado que esta cuestión pasa inevitablemente por una simplificación y abaratamiento de la oferta existente, y las industrias están emperradas en que los gobiernos metan en la carcel a millones de internautas antes que abaratar sus productos, yo no espero solución.

En la segunda cuestión, el presidente de Google ya ha dicho de ellos no ponen un duro ya que los operadores ganan con el incremento del tráfico que ellos generan, lo que es muestra de un ecosistema beneficioso para todas las partes. O sea que de poner pelas nada de nada.

Así que soluciones, ninguna.

Y en la tercera cuestión, que es como domesticar el mundo digital para que sea solo bueno y nunca malo, me temo que estamos todavía lejos de conseguir lo que consiguieron los antiguos egipcios con las aguas de las crecidas del Nilo, o sea ponerlas a trabajar a favor y nunca en contra.

Que se lo pregunten ahora a los del mundo editorial.

Finalmente una constatación.

En una conferencia como esta, la inmensa mayoría de los ponentes pertenecen al mundo internet americano.

¿Carecemos de ideas en la UE?

¿O es que a los franceses les gusta codearse con el amigo americano y prefieren dejar a los europeos no-franceses en un segundo plano?

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