jueves, 5 de mayo de 2011

Rompiendo la barrera

Una de las particularidades intrínsecas de la tecnología e innovación es que traen cosas nuevas. Y en ocasiones, si la novedad es lo suficientemente "diferente" o disruptiva, conlleva una curva de adopción que puede llegar a ser demasiado empinada.

Actualmente es algo que estamos viendo con la Nintendo 3DS, la nueva portátil de los japoneses que no está teniendo el éxito de ventas que se les esperaba. Esta lenta expansión se achaca a la barrera que supone en la decisión de compra el 3D, no antes experimentado por el usuario. Sea este el motivo determinante o no, lo seguro es que es condicionante, y por ello lo que deberían procurar es permitir a la gente probar la consola, ya sea en tiendas o grandes superficies. Así, la duda, muchas veces peor que la certeza de disgusto, se despejaría.

Otro ejemplo claro de este tipo de barreras lo encontramos en Digital + y su descodificador con disco duro. Por lo que he leído les está costando mucho que la gente desembolse el precio que cuesta, pero una vez probado, las devoluciones son mínimas. Y es que una vez el consumidor siente la experiencia de liberarse del horario y grabar los contenidos para verlos cuando quiera, volver a lo anterior ya no es una opción.

Son casos de elementos sin los que podemos vivir, pero que una vez nos hemos acostumbrado a ellos, se nos hace muy difícil alejarnos. A mí me pasó con el smartphone, que amplió enormemente las posibilidades al alcance de mi mano. La clave cuando la curva de adopción se empina, corriendo el riesgo de volverse infranqueable para el grueso de la demanda, es reducir la incertidumbre. La publicidad ayuda, pero son las pruebas y la experiencia en primera persona las que marcan la diferencia.

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