Está la industria europea de las TIC muy alborotada porque el presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, ha incluido en el orden del día de la próxima cumbre del G8, que se celebrará en la famosa localidad veraniega francesa de Deauville, (famosa también por su hipódromo), la cuestión de la Agenda Digital mundial.
Parece mentira que hasta ahora este teme no se hubiese tratado, ¡nunca!, pero así es.
Un sector que en muchos países europeos, incluida España, significa ya entre el 2 y el cinco por ciento del PIB, y aproximadamente un 20% del crecimiento de la productividad en la última década, con un número de empleos por país que va desde el millón en Francia, 850.000 en Alemania, y los cuatrocientos mil en España o Italia, ha sido ignorado, hasta ahora, y dejado a eso que se llama eufemísticamente, las fuerzas del mercado.
Esto ha sido bastante trágico para Europa especialmente que ha perdido miles de buenos empleos en el sector, especialmente en el subsector telecomunicaciones, empleos que se han ido a China o India, donde aprovechando nuestro candor y la codicia de unos cuantos, están encantados con tener fábricas y centros de investigación y desarrollo.
Hemos tirado, dilapidado miles de millones de euros haciendo aceras cuando esos millones son imprescindibles para ayudar a generar nuevas empresas a través del capital riesgo.
Hemos dejado la reforma de los sistemas de enseñanza para mas adelante, ¿cuando?
Hemos dado la razón a los "artistas" en los conflictos, (de ellos), con el mundo digital.
Hemos permitido que nos gobiernen personas que están mucho mas cerca de la pluma estilográfica que del notebook.
Y aunque la revolución digital no hay quien la pare, salvo catástrofe mundial del suministro de energía, hemos perdido, especialmente en Europa, un tiempo precioso.
Este fin de semana he estado leyendo los programas electorales de los partidos para el municipio en el que tengo mi casa, y he encontrado dos referencias a nuestro asunto, en el PSOE y en el PP.
Las dos hablan de banda ancha asociándola al WiFi, o sea están en la famosa inopia.
Eso si, hablan de centros de conservación de la naturaleza, eco-turismo, de nuevas rotondas, de mejores accesos, de desviaciones de carreteras, parques, jardines, y todo lo que tiene que ver con los ladrillos, el cemento, y la piqueta.
No puede ser que una industria como la nuestra, y una revolución como la que acontece en todo el mundo, sea completamente ignorada por nuestra clase política.
Bienvenido sea Sarkozy con su iniciativa, y a los políticos de pico y pala que los den por ahí mismo.
lunes, 16 de mayo de 2011
La famosa Agenda Política
Publicado por Antonio Cordón a las 09:37
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