martes, 13 de noviembre de 2012

Y mañana otra vez huelga. ¿Para qué?

Es verdad que los sindicatos tienen que estar desconcertados, y que su salida tradicional es la huelga, pero a estas alturas de la película, y cuando la izquierda ha demostrado que no tiene ni pajolera idea de como salir de esta, ¿cual es la salida de la huelga?

¿Que van a pedir los huelguistas? ¿Que se acabe la crisis? ¿Que vuelva la gente a consumir? ¿Que repartamos los bienes que todavía tenemos?

Tengo curiosidad por saber que eslóganes se corean mañana, porque me temo que serán de los mas surrealistas.

El gobierno tiene por lo menos tantas ganas de que se acabe la crisis como los parados.

Al gobierno le encantaría hacer muchos mas hospitales de la Seguridad Social, y mas estaciones de metro, y mas tramos del AVE, y mas escuelas públicas, y convocar oposiciones a todo, y contratar a jóvenes y a mayores de 55, y a dar un sueldo a las amas de casa.

Hoy día a cualquier gobierno europeo, sea del sigo que sea, lo que le pide el cuerpo es gastar y dar gusto al personal, como se ha demostrado hasta la saciedad.

No se dan cuenta los huelguistas de que hemos llegado a esta situación precisamente por hacer las cosas que ellos piden, y que si no las seguimos haciendo no es porque no le apetezca al gobierno de la derecha, sino porque los alemanes, con muy buen criterio, no nos dejan.

Los sidicatos españoles han demostrado tal nivel de irrelevancia que ya solo sirven para ser bandera de todos los descontentos, desde los que quieren que la seguridad social les pague el cambio de sexo, hasta los que desean que nos traigamos a todo Africa a España y a todos los gitanos, y a todos los tibetanos.

La verdad es que lo que menos ocupa a los sindicatos es la defensa de los asalariados, teme en el que hace ya mucho que no tocan bola, excepto en unas cuantas empresas estatales.

En el tiempo en que mas sería necesaria una reflexión sobre el trabajo, el empleo y la forma de distribuir las cargas sociales, a nuestros sindicalistas solo se les ocurre taponar la salida de autobuses y meter silicona en las cerraduras de las sucursales bancarias.

Mañana veremos las clásicas cargas de los piquetes informativos en las cocheras de la Renfe y en la puerta de algun gran almacen.

Pues vale, pero ¿y luego qué?

¿Que proponen?

Ellos mismos están despidiendo a sus empleados con veinte días, así que ¿de que estamos hablando?

No se si en la fundación Ideas se les ocurre alguna idea, pero al parecer no.

Yo recomendaría a Mendez y Tojo que antes de embestir piensen un poco, no sea que tomen demasiado impulso y salgan volando por los aires como el Barón Munchausen. 

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