Otoño, ¿definitivo?

Hay semanas que te dejan una sensación de tristeza, que no se si es otoñal o simplemente escatológica, o sea que no se si estoy contemplando un tiempo melancólico o si estoy asistiendo a una decadencia sin vuelta atrás.

La cara dura de ese consejero valenciano, cogido con las manos en la masa en el acto de pasar información judicial a otro ex-consejero, sobre el caso de este último, creo que es la gota que colma el vaso de agua de la paciencia con una clase política que ha demostrado hasta el cansancio su inmoralidad, su indecencia y su falta de escrúpulos.

Añadamos que la comisión de "investigación" de los "eres" andaluces termina igualmente en la mas absoluita de las impunidades, excepto para el que repartía la pasta.

Añadamos el espectáculo de Caja Madrid, la estafa mas importante de la historia de España, donde a nadie pasa nada y donde el anterior presidente, señor Blesa, que se habrá ido a casa multimillonario, despues de perpetrar el desastre va por ahí presumiendo de "gestión".

Añadamos la corrupción catalana, generalizada, y que se pretende resolver a base de banderas y himnos patrioticos.

Añadamos la liberación de la cúpula mafiosa china, por "un fallo del juez instructor", (y no pasa nada).

Añadamos la investigación de los hechos del Madrid Arena, donde todo el mundo echa la culpa a todos los demás.

Añadamos las infinitas colas del paro que ya se acerca a los seis millones.

Añadamos los infinitos mendigos (profesionales).

Añadamos la sensación de desmoronamiento que ofrecen las tiendas cerradas. (Hoy he visto cerrada una que conocía desde mi niñez y que sobrevivió  todas las crisis anteriores).

Añadamos los despidos en Iberia y las Cajas.

Añadamos... (que cada uno añada lo que mas le apetezca).

¿Será el otoño o es que verdaderamente esto se va al carajo?