domingo, 3 de junio de 2007

Microsoft Surface: ¿La interfaz definitiva?

Cuando una cosa que utilizamos de uso común tiene un determinado diseño es muy complicado entender esa cosa sin ese diseño. No obstante, los diseños tienen sus limitaciones en su propio ser, y no pueden ser superadas si no se cambia el diseño. Pero cambiar un diseño "asociado" a una cosa no es fácil.


Veánse el ejemplo de los barcos. Durante siglos estos navegaron gracias a sus velas, recogiendo el viento que surcaba los mares. Con la aparición de la máquina a vapor en el siglo XIX, las velas y por extensión los mástiles, perdieron su razón de ser. Por ello, los barcos se siguieron construyendo con mástiles, porque el diseño de un barco "era" así.


Llevó unos cuantos años que la gente cambiase su manera de entender los barcos y así poder perfeccionalos eliminando esas estructuras de madera.

Con los ordenadores estamos viviendo precisamente ese momento de cambio. Durante años las computadores han tenido una interfaz basada en teclado y, algo más recientemente, ratón. Ya este último supuso un gran cambio, pero el que se avecina todavía es mayor.

Hace unos pocos días (una eternidad en esto de Internet) se presentó el Microsoft Surface. Una mesa que sirve de centro de salón y de ocio a la vez. En ella se pueden ver fotos, a la vez que apoyas tu vaso de Coca-Cola y compruebas el tiempo que hace en China.


Todo mediante control táctil, de una forma intuitiva, que ofrezca una experiencia de usuario atractiva. Precisamente este es uno de los mayores problemas que se le achaca al mundo de la informática. Que la gente no sabe cómo utilizar sus elementos. Esta puede ser la solución.

El sistema es realmente sencillo: una pantalla multitáctil (1), un sistema de infrarrojos para "ver" los objetos (2), una CPU normalita (3) y un proyector (4). La tecnología está ahí.




Yo tuve oportunidad de ver una mesa similar (aunque no tan avanzada) en mi visita a las instalaciones de HP, y la verdad es que es una gozada. La verdadera cuestión es que la gente aún "ve" el ordenador como una herramienta para trabajar y, en todo caso, jugar algo y conectarse a Internet. Aún no lo entiende como un objeto que pueda estar como centro de salón. Su concepto del "diseño" de un ordenador es que tenga ratón y teclado, con una pantalla y una gran caja debajo que hace ruido, en la que hay que apretar un botón para que el sistema al completo se encienda.

Pero poco a poco esa mentalidad se irá cambiando. Démosle tiempo. Al fin y al cabo, la gente tardó años en entender un barco sin velas.


No hay comentarios: