A quien más y a quien menos le llegan correos electrónicos para unirse a redes sociales de Internet. Serán más o serán menos; de contactos de tus amigos o de direcciones de correo que te suenan vagamente pero eres incapaz de relacionar con una cara.
A mí personalmente no me gusta estar en muchas redes de estas. Una o dos me parecen bien, un buen número. Lo justo para tener ahí a tus colegas y saber qué es de sus vidas. Pero ya más me parece tan inútil como no tener ninguna.
La proliferación de estas redes de Internet ha ido a la par con el crecimiento de la web2.0. Desde las primeras redes que te permitían poner tus gustos y poco más, a las actuales, en las que puedes subir vídeos, fotos, calendarios, mapas personalizados, etc.
Entre esta avalancha de portales hay de muy diversos tipos. Los que están especializados en buscar relaciones sentimentales, los que se enfocan en el networking laboral, los que se basan en la amistad, etc.
El objetivo del empresario que monta una red social de estas es muy clarito: conseguir cuanta más gente mejor y retener, para así alcanza una masa crítica de usuarios que atraiga a aún más usuarios. Una vez tienes a la gente, publicidad en la página y cobro por servicios premium, parecen los dos modelos de beneficios más comúnes. Hay una tercera opción, aunque no tengo muy claro quién es el que la promueve, si el propietario o algunos usuarios, que es el spam. Esta odiosa forma de publicidad empieza a cobrar su importancia en este mundillo, una vez arrasado el correo electrónico.
Actualmente yo me encuentro registrado en dos de las que considero mejores redes sociales que hay ahora mismo. Una de ellas es Linkedin, una red enfocada a los contactos de carácter profesional. No se centra en tus gustos o aficiones, sino en tu cv y experiencia e inquietudes laborales. Realmente recomendable para hacer networking y conseguir esos enchufes o favorcillos que rigen el mundo empresarial.
La otra red y de reciente descubrimiento es Facebook, que actualmente está arrasando con 1 millón de registros nuevos cada semana. Tiene muchas funciones que lo hacen atractivo como portal, pero lo que realmente le hace sobresalir sobre los demás son las aplicaciones. Sobre este tema habla Varsavsky en su blog (además de vaticinar que Facebook alcanzará un valor de 10 mil millones de dólares....), y yo es algo en me ya pensé en cuanto lo descubrí: esto es lo que va a hacer que esta red triunfe.
Las apliaciones de Facebook pueden ser generadas por los propios usuarios de forma libre, como una plataforma abierta. De esta manera, y al estilo Second Life o Firefox, cualquier función que se te pueda ocurrir que estaría bien incluir, probablemente otro (o varios) usuario ya lo ha hecho. Así, no tienes más que buscarla entre las más de mil disponibles, elegir cuál de las que hay muy similares te convence más, e instalarla de una manera fácil y sencilla.
Esta creación de contenido y funcionalidad por parte del usuario es la que hace que se sienta, no sólo parte de la comunidad, si no también de la plataforma que la soporta. En consecuencia, Facebook está arrasando hoy en día sobre sus competidores. Hasta que aparezca la siguiente red social con mejores prestaciones y todos tengamos que empezar a introducir de nuevo toda nuestra información en un nuevo portal....
¡Os animo a tod@s a que os unáis y me busquéis en estas redes!
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