lunes, 27 de octubre de 2008

De series y televisión

Cuando la cadena española Cuatro publicita con (supongo) orgullo el estreno en pantallas de nuestro país de la serie norteamericana Anatomía de Grey "sólo" un mes después de su estreno original, no me queda muy claro lo que pretenden conseguir.

Obviamente, no tratan de capturar a aquel público que ya sigue la serie según el calendario de EEUU, ya que un mes sigue siendo un lapso de tiempo exagerado, además de la ausencia de V.O. y subtítulos, que sin duda alguna cualquiera que haya probado querrá perder. Y tampoco creo que realmente estén ofreciendo una ventaja clara para todas aquellas personas que esperan tranquilamente a que la serie sea emitida en cadenas españolas, ya sea la noche de los miércoles o de los jueves, este mes o el año que viene. ¿A quién va dirigido el comercial entonces? Ni idea....

Por otro lado, y sumados al lío, tenemos televisiones de pago que emiten cada capítulo un par de días antes que en las cadenas gratuitas, aprovechando una ventana de explotación adicional. Una vez más, sigo sin entender cuál es exactamente el beneficio más que intentar hacer ver al consumidor un valor que no creo que realmente esté apreciando.

Y finalmente encontramos enmarañando la bola a las ofertas de PPV, que permiten el acceso a los capítulos de series subtituladas y en V.O. a los pocos días de su emisión original. Eso sí, a 2€ cada píldora, más la sempiterna cuota de acceso al servicio, que suele ser carilla. Sigo sin ver claro la ventaja para el consumidor que viene de los otros "canales" (aka. Internet), el cual obtiene lo mismo con mayor valor, ya no por el precio, sino por la tranquilidad de poder verlo cuando quiera y no necesariamente en su televisor.

Conclusión, que nos encontramos en un remolino de demandas y ofertas, intentando encajar entre ellas. Realmente el asunto es complicado para las cadenas y productoras, ya que competir contra lo gratuito no es fácil. Pero sí que es posible, ya que lo gratuito en este caso lleva un desinterés inherente, el cual puede ser compensado con oficio y recursos. El camino está marcado, y pasa por ofrecer al usuario lo que quiere: ubicuidad, disponibilidad total, V.O. o doblaje, con o sin subtítulos, etc. Es decir, liberta de elección. Si a ello se le suma calidad de imagen y sonido aseguradas, por ese servicio que el consumidor estaría dispuesto a pagar.

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