Estaba ayer leyendo el borrador del Plan Avanza II, que se presento ayer al Consejo Asesor de las Sociedad de la Información (CATSI), cuando me sucedió como a Marcel Proust cuando comiendo una magdalena se le vino encima toda su vida en forma de memorias minuciosas, trasladadas al papel en forma de "La recherche du temps perdu". (Una de las obras maestras de la literatura del siglo XX).
Estaba pensando en que a la vez que se presentaba este documento, en otros despachos del gobierno se preparaban una serie de medidas que tienen toda la pinta de convertirse en el tercer Plan de Estabilización de la economía española, después de los de 1959 y de los llamados Pactos de la Moncloa de 1977.
Como sabeis, (aunque nadie os lo haya dicho), el siglo XX llega a España en 1959, de la mano de una serie de economistas, (muchos de ellos del Opus Dei, como Mariano Navarro, e incluso uno procedente de Esquerra Republicana de Cataluña, Joan Tardá), que introdujeron el liberalismo económico y la profesionalización de las administraciones públicas, acabando así con un larguísimo siglo XIX, y con las políticas económicas heredadas de la escolástica (siglo XVI).
La situación de la economía española era terrible, las reservas se acercaban a cero, el crédito no se concedía a las empresas sino al estado y la productividad era tercermundista.
Las recetas utilizadas, recorte del gasto público y las inversiones consiguientes, subida de los impuestos y reforma fiscal. (¿Os va sonando?).
Resultado del primer año, aumento del desempleo y mejora de la balanza de pagos. (¿Os sigue sonando?).
Después despegue de la economía en base a inversiones extranjeras y turismo, y desarrollo hasta los setenta cuando...
Los efectos de los shocks petrolíferos y la falta de competitividad en 1977 eran abrumadores, con un déficit de la balanza de pagos tremendo, (las exportaciones solo cubrían el 45% de las importaciones). La inflación era del 40%.
Todos los partidos políticos se juntaron y acordaron los llamados Pactos de la Moncloa, que en resumen consistían en devaluación de la peseta, freno a la expansión monetaria, bajada de los salarios y reducción del déficit público. Reforma fiscal, flexibilización del mercado laboral y regulación de la banca. (¿Os sigue sonando?)
De allí salimos rumbo a Europa y con las ingentes transferencias de dinero de los fondos estructurales, que nos gastamos en infraestructuras.
Ahora, año 2010, estamos otra vez en crisis. Nuestra deuda es exorbitante, nuestra productividad lamentable, y nuestro ingresos menguan al tiempo que otra vez nuestra balanza de pagos se distorsiona.
Y otra vez hablamos de reducción del déficit público, bajada de salarios, disminución de prestaciones, reforma del mercado laboral, etc.
Y vuelvo al Plan Avanza, y a la Ley de la Economía Sostenible, que se van a quedar sin fondos y que no van a avanzar, y vuelvo a ver como vemos pasar los años y aquí seguimos sin entender que para ser un país de primera división hay que desarrollar una industria de verdad, capaz de exportar y de crear empleos de categoría y valor añadido.
En 1959 fueron las multinacionales y el turismo quienes pusieron el dinero para salir de la crisis. En 1977 fueron los europeos y los fondos de cohesión.
¿Y ahora quien va a ser?
No vale solo con bajarnos el sueldo. Hay que hacer algo más.
viernes, 5 de febrero de 2010
El Plan avanza ¿avanzará?
Publicado por Antonio Cordón a las 18:22
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