sábado, 21 de mayo de 2011

Hoy, 21 de marzo, reflexionemos de verdad

Es interesante conocer el origen de todo esto que se ha montado. Empezó en la red, o por lo menos ahí os donde comenzó a crecer la bola. Sin duda alguna, la indignación y hartazgo de los habitantes de este país se vinieron fraguando desde mucho antes, pero fue en Internet donde la gente se empezó a unir. El canal de comunicación transparente y totalmente bidireccional permitió saber a esa gente que no estaban solos, que había más personas con las mismas ideas. Les facilitó su comunicación, interactuar entre ellos, organizarse.

Las primeras chispas tuvieron su origen en asaltos políticos tales como el canon digital. Sin embargo, fue la Ley Sinde la que desembocó en la creación del movimiento #nolesvotes y la primera reacción "en el mundo físico": una concentración de unos cuantos cientos de personas frente al Ministerio de Cultura, para protestar por una ley interesada y promocionada por el gobierno estadounidense.

Desde entonces el movimiento en la red no ha hecho sino crecer, reclutando gente que iba despertando de largo letargo impuesto por unos medios controlados por los políticos. Un caso ejemplar fue el de Alex de la Iglesia, de sobra conocido en nuestro país. No hay nada como escuchar y leer a otra gente para entender y forjarse una opinión por uno mismo.

Hasta que llegamos a la acampada en Sol, donde están reunidas desde hace días miles de personas para protestar. El sábado pasado, 15 de mayo, la redes sociales se hicieron eco de una convocatoria para manifestarse. El "mundo analógico" pensaba que no pasaríamos de unas pocas decenas de personas. Se equivocaban. Miles de personas coparon la distancia que separa la plaza de Cibeles de Sol, con diversos gritos de guerra pero una misma idea común: basta ya.

Las reivindicaciones son claras y para nada disparatadas. Se persigue una democracia más sana, renovada, que represente mejor al pueblo. Mucha gente, muchas ideologías, bajo un mismo denominador común: esta no puede ser la política que tengamos.

Los protestantes no son de izquierdas. Ni de derechas. No son jóvenes, ni antisistema, ni creyentes, ni parados, ni estudiantes, ni jubilados, ni mileuristas, ni hombres, ni mujeres. Son españoles. Cada uno dentro de su contexto particular, pero todos bajo una misma idea común.

No seamos tan necios como para confundir (intencionadamente o no) el mensaje individual de la gente que estamos allí con el del movimiento.

Me causa pena comprobar que hay gente que aún se nutre únicamente de los grandes medios para informarse de lo que está sucediendo.
Gente que sin haber pisado Sol ni haber navegado por las redes sociales, donde el movimiento se está desarrollando, tienen certezas de lo que se está moviendo. Saben que es una estratagema política, que está manipulando a los jóvenes para atraer su voto y que todo acabará el lunes. Conocen de buena fe que los protestantes son antisistemas que buscan la anarquía o la caída de la derecha. Han visto que todos los que están ahí son niñatos anarquistas de izquierdas.

Esta gente, al igual que la mayoría de los escritores de columnas de opinión o contertulios (que no todos, y es de justicia decir que he notado un cambio en la argumentación del lunes al viernes: se intuye que más de uno ha querido entender realmente qué está pasando) viven dentro un paradigma caduco, en el que tratan de meter a empujones la realidad que se les presenta, intentado que se ajuste a las normas que ellos conocen: el diario El Mundo es de derechas, El País es de izquierdas; gobierna el PP o el PSOE, los demás son comparsas nacionalistas u partidos residuales para alianzas; o los unos, o los otros, azul, o rojo; un movimiento debe tener una cabeza visible, a la que pelotear o a la que cortar...

Por eso no entienden lo que está pasando, porque no pueden. Igual que un lector tradicional de libros no puede entender el potencial de los libros electrónicos únicamente a base de escuchar sobre ellos en el telediario de Antena 3.

Obviamente, se debe respetar su opinión. Lo que es cuestionable es el valor que puede tener la misma. Similar al que puede tener mi opinión sobre las rutinas de apareamiento del albatro australiano. Lo dicho, cuestionables.

Por eso me preocupa que tanta gente únicamente conozca este movimiento a través de los medios masivos... Si es que llegan a conocerlo, porque bien que los medios trataron de ocultarlo al principio y desprestigiarlo ahora.

Probablemente el PP salga triunfador en las elecciones del mañana domingo, pero aquí no van a ganar ni PP ni PSOE. El objetivo mañana es erosionar votos, que estos políticos se den cuenta de que no nos representan. Y para el año que viene, más votos. La mecha ha prendido y ahora va a ser muy difícil volver a la situación anterior. De hecho, no hará sino incrementarse, ya que, afortunadamente, la red seguirá democratizando la información, usando este verbo en mejor ocasión que nunca, y estará cada vez más integrada en la sociedad. Los medios masivos irán perdiendo peso, la voz personal ganándolo. Es una tendencia imparable. Si a día de hoy, con una penetración tan limitada, hemos llegado a convocar a tanta gente, qué no podremos hacer en 10 años.

Cuando me preguntan quién es el mayor beneficiado de esta situación, siempre digo lo mismo: el pueblo.

Hoy es sábado, jornada de reflexión. Yo únicamente te pido que reflexiones. Que pienses a quién quieres dar tu voto para los próximos 4 años, porque la responsabilidad es grande, no sólo para ti, sino para el resto de la sociedad que vive contigo en España. Es lo que se pide dentro del movimiento Democracia Real Ya, un voto responsable. Respeta la democracia, acude a las urnas, no abogamos por la abstención, por muchos mensajes equívocos que se quieran lanzar desde los medios. Entiende lo que supone votar en blanco, y hazlo si sus consecuencias son realmente tu objetivo.

La democracia es la mejora manera de gobierno, con todas sus deficiencias inherentes. Pero esta forma de democracia no es la única. No pensemos que las cosas son inmutables simplemente porque no han cambiado nunca. Nada está escrito en piedra.

Si con este texto, y mi cansina actividad en Twitter, consigo hacerte reflexionar únicamente a ti, lector, ya me doy por satisfecho :-)

Para finalizar, 2 citas que creo que son bastante acertadas para la situación que nos rodea y que no se deben olvidar:

"People should not be afraid of their governments. Governments should be afraid of their people" - Alan Moore, en V for Vendetta.

"Those who make peaceful revolution impossible, will make violent revolution inevitable" - John F. Kennedy

2 comentarios:

Antonio Cordón dijo...

Solo un comentario.

El pueblo es otro de esos conceptos caducos.

No existe "el pueblo".

Cada quien es de su padre y de su madre.

Tenemos que buscar lo que nos beneficia a nosotros como individuos, legítima y noblemente.

El poder expresarnos libremente, el que los que gobiernan sean competentes, el que se favorezcan las opciones de desarrollo responsables y no las mafiosas, el que exista consenso sobre la cuestión fundamental de que quien meta la mano en la caja sea despedido sin contemplaciones.

En eso se sintetiza la forma de ejercer el gobierno que yo quiero.

Si ademas les va bien a muchos mas, mejor que mejor.

En nombre del "pueblo" como en nombre de Dios se han cometido las mayores atrocidades de la historia.

Unknown dijo...

Bueno, llamémoslo sociedad, como la suma de cada uno de los individuos que la componen...