En un día como hoy, hace cien años nació Alan Turing, uno de los padres de la ciencia de los ordenadores, y uno de los casos mayores de injusticia irracional que dio el siglo XX, tan abundante en ellos.
No hay mucho que decir. Ya hemos dedicado en el blog varios "post" a Turing, al que ahora se comienza a reivindicar, no sin cierto sonrojo, por parte de la sociedad británica.
Solo me gustaría expresar la diferencia que existe entre las clases altas británicas, en las que nació Turing, y las españolas.
Newton, Darwin o Turing son exponentes de como se puede organizar una sociedad clasista de forma eficiente; universidades elitistas, clubs exclusivos y privilegios pueden resultar beneficiosos para un país o incluso para la humanidad.
En España esas clases dan a la duquesa de Alba, y a una manada de señoritos inútiles y engreidos.
Pero ni sociedades inteligentes como la británica se pueden librar del todo de la superstición y la intolerancia, los males que acabaron con Turing.
Su final, envenenado con una manzana teñida de cianuro, es una de las salidas de escena mas geniales y dotadas de sentido del humor de toda la historia de la humanidad.
¡Hay que ser muy inteligente para ser tan irónico hasta en el último momento!
¡Larga vida a la memoria de Alan Turing!
sábado, 23 de junio de 2012
Cien años atras...
Publicado por Antonio Cordón a las 13:00
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