jueves, 7 de junio de 2012

Los fantasmas marcianos

Hoy tenía que haber dedicado el blog a Ray Bradbury, uno de los clásicos de la ciencia ficción, aunque lo que el hacía tenía muy poco de científico.

En realidad las dos grandes obras de Bradbury "Crónicas marcianas" y "Farenheit 451" son dos alegatos poéticos en la onda humanista que mas tarde conduciría al buenismo.

O sea que Ray Bradbury no hubiese concebido unos alienígenas malos ni tampoco una humanidad sin esperanza.

Sus personajes pertenecen a un mundo que en aquellos años cincuenta y sesenta salia del ciclo de las guerras calientes y frias con la sensación de que "nunca mais" debíamos llegar a las profundidades de la maldad que habíamos contemplado.

A la vez Bradbury era consciente del poder de los totalitarismos, (igualmente un tópico de su época), y temía que esas ideas se extendiesen por sus queridos Estados Unidos, como otros escritores tipo Ayn Rand ya habían señalado. (Era el tiempo de la Guerra Fria).

De todas formas cuando lei Crónicas en una edición de la colección Minotauro me gustó mucho, y siempre le he conservado en mi pequeño olimpo de autores.

Creo que para un lector de ciencia ficción es un autor imprescindible para entender la evolución del género, pero no está a la altura de Asimov o David Brim.    

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