jueves, 28 de junio de 2012

La caló

Este post está especialmente dedicado a todos aquellos que despreciando las evidencias, proclaman que lo del cambio climático es una falsedad propagada por los progres, y que en verano "siempre" hace calor, etc.

Son las nueve de la mañana, o sea las siete solares, y yo ya estoy sudando como un pollo, tras una noche toledana, en la que parecía que estábamos en Dubai.

Y después de contemplar el partido Portugal España, y sufrir el insufrible tiqui-taca, durante 120 minutos, la verdad es que la noche ha sido olvidable.

Seguimos con la cosa de los recortes, y dando vueltas a todos los eufemismos, para no decir claramente que no hay mas remedio que seguir pagando las deudas contraidas en el alegre periodo del ladrillo rampante, y reducir el aparato del estado que es lo que nos está matando.

Las discusiones bizantinas del gobierno sobre si el rescate es tomate, o si la garantía es potato, resultan insufribles en esta ola de calor, donde prestar atención al señor Guindos resulta un esfuerzo excesivo, y escuchar al señor ministro de Hacienda Montoro, causa una irritación creciente entre las clases medias que se sienten directamente agredidas por su verborrea recaudadora.

El negacionismo del cambio climático, es exactamente igual que el negacionismo de la clase política acerca del problema a que nos enfrentamos.

No tenemos capacidad industrial, y por tanto carecemos de medios para generar ingresos, y nuestro estado es una máquina de gastar dinero que no ganamos.

Ante eso hay que actuar y aceptar que el problema existe.

Si. el mundo está cambiando. Los polos se están derritiendo. Los desiertos avanzan. Siguen naciendo niños a mansalva. Los bosques se talan y los rios se contaminan.

Y en España nos hemos consagrado al dios ladrillo, dios que sigue existiendo y que llama con su voz tonante advirtiendo que si hay un plan de crecimiento, aquí lo tenemos que emplear en autopistas, auditorios y aeropuertos peatonales.

Hay que reaccionar ante la realidad y dejar de vivir como si no pasara nada.

La caló va a seguir. Las deudas van a seguir y la selección española de futbol va a seguir con el tiqui taca.

A ver si con la caló nos tornamos en beduinos y descubrimos petróleo.

Pero mientras pongamos el aire acondicionado y con paciencia esperemos a que Rajoy y compañía dejen de marear la perdiz.

Si nos tienen que sacar una muela, ¡por favor!, cuanto antes.  

  

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