Ayer se tenía que haber votado el famoso paquete regulatorio de las telecomunicaciones, ese que la comisaria Reading tanto se ha empeñado en aprobar, y que los reguladores nacionales sumados a los antiguos incumbentes, tanto se han esforzado en echar abajo.
Se trata, si es que alguien se acuerda, de aquellos viejos temas del regulador europeo, de la liberalización del espectro, de la neutralidad tecnológica, de la separación funcional, etc.
A estas alturas nadie sabe que clase de frankenstein saldrá de tanta deliberación, y desde luego no creo que nadie sea tan ingénuo como para pensar en un mercado único de las telecos, que era el objetivo clave de tanto esfuerzo.
El caso es que he revisado la prensa y no hay noticias, y también la página de información del Parlamento Europeo, y tampoco.
¿Se habran quedado sus señorías dormidos como la bella durmiente?
¿Se habrá traspapelado el documento?
¿Habra huido Vivianne Reading a los mares del sur en busca de alguien que la entienda?
Mientras en nuestro querido país, veo que el gobierno quiere que los operadoras paguen las televisiones públicas, y que los mismos operadores distraigan parte de sus ingresos para dárselos a la SGAE.
Ya puestos ¿por que no ponemos una nueva casilla en la declaración de la renta donando parte de nuestros impuestos a los queridos autores?
Y digo yo, ¿por qué no son los autores los que pagan a las operadoras?
Al fin y al cabo si no fuera por ellas y por el ADSL a muchos de estos artistas nadie los conocería.
La lógica de los cánones es simplemente perversa, y no tiene fin.
Pero la guerra ahora tiene nuevos escenarios, y si ha sido bastante facil para los autores sablear a la industria, no creo que sea lo mismo con las operadoras que son empresas mucho más duras de pelar.
Ya se han quejado y han dicho a los autores que como se atreven a pedirles dinero ahora que estaban negociando un marco de establecimiento de tarifas y de vigilancia de intercambios de contenidos.
Pero es que las operadoras no saben todavía con quien se juegan los cuartos, y no comprenden que presumir de beneficios en estos tiempos es atraer a los recaudadores.
Y los de las SGAEs son unos recaudadores mas insistentes que el fisco, y no son nada tontos.
jueves, 30 de abril de 2009
En los vericuetos del Parlamento Europeo
Publicado por Antonio Cordón a las 13:28
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