lunes, 6 de abril de 2009

El 3D es el futuro del cine y el cine del futuro

Esta semana ha llegado a las carteleras de los cines españoles la nueva película de animación de Dreamworks, Monstruos contra alienígenas. Otra de muñecos para niños, pero con un factor diferencial: esta vez exista la opción de verla en 3D.

Y es que parece que el 3D se ha convertido en la tabla de salvación a la que se agarran los grandes estudios para capear la crisis que se cierne sobre sus carteras. A falta de buenos guiones, habrá que recurrir a la tecnología para volver a llevar al público a las salas, y así se presenta este 2009, como antesala de los años 2010 y 2011 cuando definitivamente se asentará este formato entre nosotros. Que no se me entienda mal, no creo que llegue a matar el cine tal y como lo conocemos ahora, igual que siguen existiendo películas en 4:3, en blanco y negro y hasta mudas, pero sí que irá progresivamente comiendo terreno.

La industria cinematográfica está pasando por un momento complicado debido a 3 factores fundamentales. Primero tenemos la clara escasez de ideas que hay en Hollywood. Todo son remakes, precuelas, secuelas, guiones basados en libros y cómics, etc. Pocas novedades hay, porque en los malos tiempos los productores no se quieren arriesgar y prefieren ir sobre seguro. Segundo, y sobre la que se cargan más culpas, Internet, que ha permitido que la gente tenga acceso a un catálogo cinematográfico de extensiones desconocidas, trastocando el modelo de "novedades en el cine O cómete esos anuncios en la tele O ve al videoclub a ver qué tienen" que hasta ahora imperaba. Y en tercer lugar y para mí el factor más importante, que realmente son 2, tenemos la crisis económica y la proliferación del cine en el hogar. Cada vez más personas se quedan en casa viendo una peli en vez de salir al cine, lo que normalmente conlleva cena, palomitas, refrescos, gasolina, etc.

Así, igual que la aparición del vídeo coincidió con el uso y abuso de los efectos especiales para el cine, ahora nos encontramos con que la industria trata de meternos la experiencia 3D. De momento con películas de animación, que es más fácil, pero poco a poco iremos tornando hacia la ciencia ficción (genero por excelencia para los experimentos técnicos) para finalmente llegar a un cine más convencional, ya sea tragedia o comedia. Ya he leído varios comentarios que denostan el 3D y su supuesta influencia en el guión de las películas, auténtico motor de las mismas, pero estoy convencido de que similares voces su oían ante la aparición del color o el formato 16:9. Total, ¿para qué quiero ver a Charlot en color? ¿Qué le va a aportar eso a la película?

Tengo el convencimiento de que el verdadero punto de inflexión para esta nueva tecnología va a ser Avatar, la nueva película de James Cameron (de ciencia ficción) en la que lleva trabajado desde que acabó Titanic (¡10 años!) y que promete ser la panacea del 3D. Ahí se verá de verdad cuánta gente puede arrastrar este formato a las salas. Pero luego detrás de él llega Steven Spielberg y Peter Jackson con su visión 3D de Tintín. Y, sin duda alguna, George Lucas utilizará un reestreno de Star Wars en 3D para construir un nuevo ala para su rancho. No deja de resultar curioso que sea precisamente los que nos atrajeron al cine con los efectos especiales sean los que vayan a repetir la jugada 30 años después.

Yo le tengo muchas ganas a Monstruos contra alienígenas. No por la calidad de la película, de la que no espero mucho, sino por la experiencia 3D, que parece que está gustando. Ya me gustó con Beowulf, y esperó disfrutar otra vez. Eso sí, por 3€ más que una película estándar... ¡Así está recaudando más esta versión que la 2D!

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