jueves, 4 de febrero de 2010

El irresistible poder de los tópicos

Vuelvo de Bruselas y de la periódica reunión de la asociación europea de empresas TIC, Digital Europe.

Uno de los capítulos habituales en la presentación de resultados de los cuatro grupos de trabajo, uno de los cuales está dedicado al comercio internacional.

No falla una sola ocasión en que no se haga una apelación, yo diría que practicamente religiosa, al libre comercio y al final venturoso de la actual "ronda de Doha", ciudada hindú donde se intenta salvaguardar el libre comercio internacional.

Todos los que estamos alrededor de la mesa asentimos, igual que en una ceremonia, a estas admoniciones, y todos por dentro pensamos lo mismo, o sea que el libre comercio nos está matando.

Está muy bién exportar a los países emergentes, siempre que se trate de mercancías claro, pero no tiene ninguna gracia cuando lo que exportamos son los empleos.

Ahora Obama, después de llevarse la primera bofetada, (¡cuanto se va pareciendo este hombre a Zapatero!), ha comenzado a pensar en las cosas de comer y naturalmente se ha dado cuenta que la destrucción masiva de empleos de sectores completos de la producción, el último el de los neumáticos, no tiene maldita la gracia y ha comenzado a pensar en poner tasas de importación.

También se han caído del guindo los Google y compañía, que ven como los amigos de Beijing (capital del norte/ Nanjing capital del sur) les censuran, les piratean, les copian, y además les asaltan a traves de brigadillas de hackers al servicio del partido.

Después de un montón de años nos empezamos a dar cuenta de que los chinos nos han tomado el pelo.

Bueno, se empiezan a dar cuanta en USA, porque en la UE seguimos erre que erre con la libertad de comercio y la bondad universal.

De todas formas ayer el representante del grupo de trabajo nos informó de la existencia de un informe (secreto), en el que se han comenzado a reflejar las malas prácticas llevadas a cabo por el gobierno chino contra la libertad de comercio que nosotros defendemos.

Está muy bien. Ahora tendremos que decírselo a los miles de empleados de múltiples industrias europeas que se han ido al paro o a la pre-jubilación gracias a nuestra ingenuidad industrial.

Espero hacerme con el informe y comentaros sus conclusiones, pero una vez mas me pregunto:

¿En manos de quién estamos?

2 comentarios:

Javier Muñoz dijo...

Cuando estuve en China me sorprendió que los chinos, los que tenían dinero, compraban productos occidentales (mayormente europeos). Pregunté al guía y me comentó que las imitaciones están muy bien pero que cuando tienen dinero prefieren comprar productos de calidad.

Supongo que la respuesta es que estamos siempre en manos de los mismos. Más que unos chinos malos, malos, yo creo en unos empresarios avariciosos, avariciosos. Las empresas (globales, pero en origen europeas y americanas) que ponen allí las fábricas no lo hacen pensando en el desarrollo de los pobres chinos sino en engordar sus cuentas de resultados, sin importar los "cadáveres" que se quedan por aquí.

Antonio Cordón dijo...

En realidad no hace falta que los empresarios sean especialmente avariciosos. El sistema conduce a la codicia y el corto plazo.

En el sector teleco los resultados son asombrosos.

Primero nos pusimos muy contentos porque además de vender en Europa vendíamos en China.

Los chinos exigían poner allí centros de I+D.

Si se contrataba a 500 ingenieros chinos, 499 eran espias.

Al cabo de un tiempo el conocimiento llegaba a las empresas chinas que son parte del entramado del partido, el ejercito, etc.

En un tiempo eran capaces de hacer lo mismo pero mas barato.

Les dejamos vender en Europa. (Libertad de mercado y reciprocidad).

Luego comenzaron a desarrollar mucho mas deprisa (y barato) con sus legiones de ingenieros durmiendo en colchonetas.

Entonces las empresas europeas no solo dejaron de vender en China sino también en Europa.

Esto es casi una exageración, pero tiene bastante de realidad.