martes, 11 de mayo de 2010

Estado de extrema necesidad

Como decíamos el otro día, la última fase de la aceptación del gobernante es poner en marcha las medidas que había jurado nunca adoptar.


Y en esas estamos cuando ya todos los ojos se han puesto a mirarnos y han dejado en paz a los griegos que al fin y al cabo son cuatro gatos, aunque sean cuatro gatos bastante sinverguenzas.

El pasado sábado estuvimos en una cena con gente de diversas procedencias, y no como suele ser lo normal, con gente de la profesión.

Fué interesante porque ver las cosas desde el punto de vista de otros sectores siempre ayuda a comprender la realidad, y mas si como en este caso se trataba de gente relacionada con el mundo de la televisión.

Gente que ve con asombro como este gobierno ha entregado el sector televisivo a intereses extranjeros sin ningun pudor y que ahora se apresta a dar el puntillazo a la televisión pública española por la vía de cerrarle la vía presupuestaria despues de haberles cerrado el camino de la publicidad.

Lo divertido del caso es que consultados los responsables gubernamentales del desaguisado no solo se hacen de nuevas sino que tampoco ellos comprenden como ha podido pasar.

Claro que eso es lo que pasa cuando el gobierno deja de hablar con las entidades afectadas por sus leyes y encarga su redacción a terceros que tienen su propia agenda.

Pudimos compartir esas experiencias ya que como ya he contado a nosotros en el sector de las TIC nos pasa lo mismo, con el agravante de que a nosotros si que nos piden colaboración, aunque luego no nos hacen ni caso.

Y es que las situaciones en las que los responsables en el gobierno de determinados sectores se enteran por la prensa de las leyes que les afectan comienzan a abundar.

El caso que ahora con los nuevos recortes, al cine español le van a dar un corte brutal, (que la verdad es que se merece), a la televisión pública la van a dejar para informativos y películas rancias, y a nuestro sector para que se apañe por si mismo si puede.

En el estado de extrema necesidad al que nos dirigimos solo hay dinero para el ladrillo y el cemento.

El futuro ya veremos.

No me resisto a contar aquí una anecdota que nos contaron respecto a los griegos.

El periódico Der Spiegel envió a diez periodistas a seguir a diez políticos griegos para ver que hacían mientras Atenas ardía en protestas y los contribuyentes alemanes se rascaban los bolsillos.

A uno le pillaron comiendo langosta, a otro en una casa de masajes, a otro en su yate....

Esto es lo que hay.

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