En el teatrillo de vaudeville que de vez en cuando es el mundo, hoy nos hemos encontrado con que lo que en principio estaba destinado a ser una gamberrada se ha convertido en una tragedia.
Me refiero a la "flotilla solidaria" que pretendía forzar el bloqueo de la franja de Gaza, para entregar a aquellos "angélicos" seguidores de la yihad islámica, la sharia, y el terrorismo en general, un alivio a su situación, que por otra parte costean los otros angélicos iranies.
Parodiando la película Exodo partieron de Chipre con barcos cargados, dicen ellos que de alimentos y medicinas, pagados por ONGs, o sea por los contribuyentes occidentales, (odiados a muerte por los asediados yihadistas).
Como a la voz de alto no se detuvieron fueron abordados por los israelies, y como éstos parece que han perdido no solo el sentido del humor, sino también el de la mesura, ha habido un tiroteo y hay diez muertos.
Inmediatamente se han producido "espontáneas" manifestaciones de odio anti-israelí, y naturalmente todos los políticos españoles, de uno y otro perfil, se han apresurado a condenar a Israel y a defender a los pobres palestinos. (Aquí somos todos arabistas y seguidores de la yihad).
Y en una de esas informaciones pro palestinas de la televisión pública española (o sea RTVE y no Al jazeera), se comienza a contar que ¡Oh! horror entre los esforzados solidarios marinos hay tres españoles.
Rapidamente se habla con el ministerio de Asuntos Exteriores, (el mas pro-palestino de Europa), que asegura que no hay ningun temor que están a salvo.
Y se comienza a emitir el vídeo que uno de los tres solidarios profesionales, ha enviado a su casa, y entonces sale su padre que estaba hablando con él cuando se produjo el alevoso abordaje.
¡Y resulta que yo conozco al padre en cuestión!
¡Es Manolo Espinar!, el lider del comité de empresa de la fábrica de Ericsson en Leganes, ¡el azote de capitalistas y empresarios!, ¡el mas rojo del pueblo de Leganés y alrededores!
Ahora ya me cuadra todo.
Manolo Espinar está acabando a través de su hijo la obra inacabada de la revolución pendiente.
Después de las guerras anti empresa está ahora (desde su pre-jubilación) en la gran guerra contra America y sus aliados y por la justicia universal.
A éste le terminan haciendo un monumento en su pueblo. (Pagado por los contribuyentes naturalmente).
Me refiero a la "flotilla solidaria" que pretendía forzar el bloqueo de la franja de Gaza, para entregar a aquellos "angélicos" seguidores de la yihad islámica, la sharia, y el terrorismo en general, un alivio a su situación, que por otra parte costean los otros angélicos iranies.
Parodiando la película Exodo partieron de Chipre con barcos cargados, dicen ellos que de alimentos y medicinas, pagados por ONGs, o sea por los contribuyentes occidentales, (odiados a muerte por los asediados yihadistas).
Como a la voz de alto no se detuvieron fueron abordados por los israelies, y como éstos parece que han perdido no solo el sentido del humor, sino también el de la mesura, ha habido un tiroteo y hay diez muertos.
Inmediatamente se han producido "espontáneas" manifestaciones de odio anti-israelí, y naturalmente todos los políticos españoles, de uno y otro perfil, se han apresurado a condenar a Israel y a defender a los pobres palestinos. (Aquí somos todos arabistas y seguidores de la yihad).
Y en una de esas informaciones pro palestinas de la televisión pública española (o sea RTVE y no Al jazeera), se comienza a contar que ¡Oh! horror entre los esforzados solidarios marinos hay tres españoles.
Rapidamente se habla con el ministerio de Asuntos Exteriores, (el mas pro-palestino de Europa), que asegura que no hay ningun temor que están a salvo.
Y se comienza a emitir el vídeo que uno de los tres solidarios profesionales, ha enviado a su casa, y entonces sale su padre que estaba hablando con él cuando se produjo el alevoso abordaje.
¡Y resulta que yo conozco al padre en cuestión!
¡Es Manolo Espinar!, el lider del comité de empresa de la fábrica de Ericsson en Leganes, ¡el azote de capitalistas y empresarios!, ¡el mas rojo del pueblo de Leganés y alrededores!
Ahora ya me cuadra todo.
Manolo Espinar está acabando a través de su hijo la obra inacabada de la revolución pendiente.
Después de las guerras anti empresa está ahora (desde su pre-jubilación) en la gran guerra contra America y sus aliados y por la justicia universal.
A éste le terminan haciendo un monumento en su pueblo. (Pagado por los contribuyentes naturalmente).
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