lunes, 24 de mayo de 2010

Gracias, Lost

Esta noche estadounidense, madrugada europea, finaliza una de las series de televisión más importantes de los últimos años: Lost. Temporada tras temporada, este show ha supuesto una auténtica revolución en la forma de entender la pantalla pequeña, teniendo un impacto directo en muchas producciones posteriores. El secreto de Lost no es su guión ni sus efectos especiales, sino el haber llegado en el momento adecuado y sabido sacar partido a Internet.

Lost fue diferente desde el principio. Con un piloto que costó 1 millón de dólares, para el cual compraron un avión que hicieron estrellar, se marcó toda una declaración de intenciones. A base de cliffhangers y retorcidos giros de guión (ambiciosamente tramposos muchos de ellos), la serie atrapó a millones de seguidores de todo el mundo durante 6 años, que rápidamente buscaron una forma de compartir sus opiniones y especulaciones. Así, Internet hizo de gran conductor de un mundo auténticamente globalizado, donde un adolescente de Texas comentaba con un señor de Amsterdam el último episodio. Si bien esté fenómeno ya se había dado antes, no fue hasta Lost que se hizo tan común y que ya es tradición en muchas de las series actuales.

Para disfrutar Lost en su justa medida ha sido necesario comentar capítulo a capítulo. Cada pedazo de historia tiene sus recovecos, que no todos somos capaces de percibir. Leer las opiniones de otros seguidores y conocer los detalles que fueron capaces de captar, es una forma de experimentar la serie mucho más completa que hacerlo uno solo. De esta manera, Lost se convirtió en una serie que tenía sentido seguir al día, sin esperar meses hasta que llegase a otros países. Uno a uno, todos los capítulos llegaron a estar entre los ficheros mas compartidos en la Red, dando vida a una tendencia que ya antes estaba en ciernes. Hoy en día, mucha gente comparte las series por Internet y disfruta de la liberación de la tiranía de las cadenas de televisión.

Uno de los efectos directos que tuvo este fenómeno fue que la serie ha sido difícilmente rentable más allá de las fronteras estadounidenses. En el caso de España, cuando quiso llegar, todo aquel que tenía interés ya la estaba siguiendo por Internet. Y a los pocos que enganchó, rápidamente se pasaron al ritmo americano, a causa de los motivos antes explicados. Así, la serie pasó por TVE y actualmente se emite en Cuatro, donde más de una vez han dicho que la mantienen en antena por el fenómeno social que es, no por el dinero que renta.

De hecho, uno de los últimos logros de esta serie, ha sido empezar a convencer a las cadenas de la necesidad de cambiar el modelo tradicional de emisión. Esta última temporada se ha emitido en España con tan sólo una semana de retraso con respecto a la original, obligando a los actores de doblaje a hacer un esfuerzo titánico para lograrlo. Y hoy, 23 de mayo, se emitirá el último capítulo, en versión original subtitulada, en todo el mundo. Tal es la expectación que levanta.

En estos años Lost ha cambiado el mundo de la televisión. Seguramente no ha sido a través de grandes guiones o actuaciones, pero ha sabido mejor que nadie sacarle partido a Internet. Ahora la gente sabe que hay otra forma de seguir las series de televisión, y las cadenas son conscientes de que tienen que cambiar su forma de actuar para dar a sus consumidores lo que realmente quieren.

Gracias, Lost, por entretenernos durante estos 6 años y por hacernos entender que las series se disfrutan más en compañía de todo el mundo.

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