jueves, 1 de julio de 2010

Esas ráncias acciones de oro

No he querido entrar en el tema de las compras de Telefónica, y en particular por la de el operador brasileño Vivo, porque realmente hay poco que decir.

La operadora española ha venido extendiendo sus dominios en América desde hace veinte años, en una estrategia razonable y oportuna, que les ha permitido salir de las fronteras nacionales y convertirse en una gran multinacional.

Por otra parte es notorio que desde la liberalización en 1984 del mercado internacional de las telecomunicaciones parece lógico que se hubieran ido formando unas pocas grandes corporaciones globales en este mercado, y hubiésemos salido de los localismos.

No ha sido así.

Ayer volví a escuchar a Nelly Kroess, la comisaria de la UE en nuestro ramo, repetir lo de la aspiración a construir un mercado único de la telecomunicaciones europeo, señal evidente de lo lejos que estamos todavía de conseguirlo.

El caso de las pegas de Portugal Telecom (PT) a vender su participación en VIvo comenzó siendo una nueva edición del estilo "resistencia Pizarro", o sea decir que no a todas las ofertas hasta que el valor de la acción se triplique por lo menos, y ha terminado (por ahora), con la aplicación del veto del gobierno portugués a la operación, con la indignación consiguiente de los accionistas que ya se las prometían muy felices con las ganancias obtenidas.

Cuando el caso Pizarro-Endesa, también se habló de la acción de oro del gobierno español pero este renunció a ejercer este supuesto derecho y finalmente Enel (italiana) compró Endesa.

La moraleja de esta historia interminable y aburridísima para todos excepto para los que quieren hacer caja y no les dejan, es que la UE sigue siendo una utopía a merced de intereses políticos localistas y de interpretaciones de supuestas opiniones públicas, tal vez irritadas por la victoria española en el mundial. (Así de pueril puede llegar a ser esto).

Ya el hecho de que en dos países tan complementarios y parecidos como España y Portugal no podamos tener las mismas operadoras telefónicas resulta ridículo, aunque lo mismo pase entre Suecia y Noruega y por idénticas y pueriles razones.

En realidad, ¿no hubiera sido mas razonable que Telefónica comprase PT y así adquirir Vivo de paso?

Y de paso, no sería también razonable que los mejores equipos portugueses jugasen una liga de futbol ibérica?

¿No serían mas divertidos los Madrid Benfica que los Madrid Almeria?

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